El legado del Rey Tsongor

Descarté este libro cuando supe de él, no me llamó la atención. Luego leí El sol de los Scorta, que me gustó sin entusiasmarme. Saga familiar, breve, intensa, que me fue interesando de más a menos. De todos modos me replanteé mi descarte anterior y, como lo tenía a mano, me zambullí en el Tsongor. Lo mismo. Fulgurante comienzo, mediana intensidad en el desarrollo, algo apresurado y con poca chicha el final.

De todos modos hay que tener en cuenta al dramaturgo-novelista francés. Del teatro deben venirle los diálogos, la brevedad y el tono épico-mítico-homérico-trágico de sus libros. Amores tremendos, muertes, batallas. Es un poco triste.

El tema de Tsongor es el de La Iliada, una guerra por una princesa. Buenos personajes, mucha imaginación y algunas lagunillas en la intensidad. Al final, como en todas las batallas, todos pierden. Quedan claros otros dos mensajes, uno, sólo se valora realmente lo que se obtiene por uno mismo y, dos, todo personaje tiene muchos matices, aunque sólo uno de ellos sea el que prevalezca ante los demás.

Autor: Javier Cercas Rueda

En 1965 nací en Sevilla, donde he vivido casi treinta años con un pequeño paréntesis de cuatro en Jerez. En 1994 me trasladé a Granada, donde sigo desde entonces. Estudié Economía general, he vivido once años de mi vida en Colegios Mayores, y desde 1995 hago crítica de libros y he mantenido diferentes relaciones con el mundo de la comunicación. Entre las cosas que me hacen más feliz están mi familia, mis amigos, los libros que he leído y haber subido en bici el Galibier. AVISO IMPORTANTE Conviene volver a recordar que el autor de estas entradas, Francisco Javier Cercas Rueda (Sevilla, 1965), que firma sus escritos como Javier Cercas Rueda (en la foto a la derecha) y José Javier Cercas Mena (Ibahernando, Cáceres, 1962), que firma los suyos (como Soldados de Salamina) como Javier Cercas, somos dos personas distintas.

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