El padre de un asesino

Me gusta la ficción que se desarrolla en ambiente escolar. Por eso he leído El padre de un asesino (1981). Cuenta una hora de clase de griego en un colegio alemán en 1928. El director del centro, el padre de Himmler, entra por sorpresa y quiere calibrar el nivel del curso. Hay tensión y humillaciones, pulsos y violencia psicológica. No es una gran historia aunque se lee con interés y rapidez. En cien páginas Andresch (1914-1980) no consigue desarrollar bien los personajes ni las relaciones entre ellos. De pronto suena el timbre y fin de la clase. El título del libro despista pues no se trata de un libro sobre el nazismo.

Un párrafo de la reseña optimista que me animó a esta lectura, de la que no me arrepiento pero que no estará en mi lista de lecturas destacadas del 2008.

«En el relatose describen la disciplina, las clasessociales, los judíos: pequeños detalles que manifiestan el ambiente de los inicios del movimiento hitleriano. El lenguaje está muy cuidado, la ambientación es perfecta,el ritmo no decae, y se lee fácilmente, de un tirón, con interés y agrado».

Autor: Javier Cercas Rueda

En 1965 nací en Sevilla, donde he vivido casi treinta años con un pequeño paréntesis de cuatro en Jerez. En 1994 me trasladé a Granada, donde sigo desde entonces. Estudié Economía general, he vivido once años de mi vida en Colegios Mayores, y desde 1995 hago crítica de libros y he mantenido diferentes relaciones con el mundo de la comunicación. Entre las cosas que me hacen más feliz están mi familia, mis amigos, los libros que he leído y haber subido en bici el Galibier. AVISO IMPORTANTE Conviene volver a recordar que el autor de estas entradas, Francisco Javier Cercas Rueda (Sevilla, 1965), que firma sus escritos como Javier Cercas Rueda (en la foto a la derecha) y José Javier Cercas Mena (Ibahernando, Cáceres, 1962), que firma los suyos (como Soldados de Salamina) como Javier Cercas, somos dos personas distintas.

3 opiniones en “El padre de un asesino”

  1. El de la foto de portada es el propio Himmler de niño. El no aparece en la novela -basada en un hecho real- sino su padre. Y sí, la novela cuenta una hora de clase.

  2. ¡Qué carita de bueno de bueno tiene el niño! Ya se ve que desde pequeño llevaba sus gafas circulares. Pero una cosa, ¿la acción de toda la novela se desarrolla durante una hora de clase de griego?
    Eugenio Olivares

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