Zafón


No me he abalanzado sobre él. Lo que ha ocurrido es que compré 7 para los ponentes del ciclo de conferencias que les comenté. Un ponente falló y ¿qué otra cosa se puede hacer con un libro?

Me ha gustado más bien poco. La sombra del viento es una buena novela y ésta es floja. El arranque está bien, pero veía que pasaban páginas y páginas y la historia no me enganchaba. Volvía a cogerlo cada vez con menos ganas y, lo que es peor, pensando que me estaba estorbando leer otra cosa.

Creo que Zafón está en la línea correcta: contar historias en las que pasen cosas, sin experimentos narrativos ni dificultades técnicas ni monólogos egocéntricos de los personajes. Le salió bastante bien con La sombra del viento pero aquí ha fallado. Hay demasiadas cosas, hay flecos poco resueltos, no termina de entenderse bien la naturaleza del «patrón» que encarga el libro, ni qué quiere hacer exactamente con ese libro. El problema no es que a mi no me guste el recurso a la religión y a los demonios, que no me gusta, si no que que aquí la historia (con los ingredientes que ha decidido Zafón) falla en su concepción y en su resolución.

Otra cosa -que no advertí en La sombra del viento– es cierto rebuscamiento y complicación en la expresión. Algunos ejemplos.

«Sentí que finalmente había confesado una mentira y que la losa del remordimiento se levantaba de un plumazo.» (pág. 120)

«Una brisa helada me acarició la piel, portando el aliento perdido de las grandes esperanzas.» (pág. 179)

«Un ejemplar de La Vanguardia había quedado huérfano en la mesa de al lado y lo adopté.» (pág. 223)

Son modos de decir innecesarios, tópicos, «literarios» (en el mal sentido). ¿Qué es «el aliento de las grandes esperanzas»? ¿se ha perdido? ¿no les parece excesivo «huérfano» aplicado a un periódico?

Son cosas que a mi me desaniman y me previenen contra lo que estoy leyendo.

Tampoco me entusiasman precisamente pensamientos del tipo «la vejez es la vaselina de la credulidad» o «la rutina es el ama de llaves de la inspiración». Parecen frases de almanaque y, quizás, muestran poca confianza del escritor en que su historia se valga sola.

David Martín, el protagonista, por terminar de decirlo todo, es un personaje irónico y amargado. Sus conversaciones parecen combates de esgrima. Muchos diálogos me han parecido poco verosímiles.

Hay mucha paja. El libro es lento y se abunda en descripciones de lugares. Peor es cuando un personaje cuenta un sueño que ha tenido. No sé si Planeta contrató un número determinado de líneas, pero aquí desde luego sobran muchas. Son setecientas páginas de inversión, así que piénsenselo bien antes de empezar. Ni siquiera saber el final merece la pena.

Espero que los conferenciantes a quienes lo regalé, si lo leen, no saquen conclusiones precipitadas sobre mi competencia como lector-recomendador-regalador de libros.

Aquí les dejo la reseña que salió en Babelia para que tengan otra opinión.

Autor: Javier Cercas Rueda

En 1965 nací en Sevilla, donde he vivido casi treinta años con un pequeño paréntesis de cuatro en Jerez. En 1994 me trasladé a Granada, donde sigo desde entonces. Estudié Economía general, he vivido once años de mi vida en Colegios Mayores, y desde 1995 hago crítica de libros y he mantenido diferentes relaciones con el mundo de la comunicación. Entre las cosas que me hacen más feliz están mi familia, mis amigos, los libros que he leído y haber subido en bici el Galibier. AVISO IMPORTANTE Conviene volver a recordar que el autor de estas entradas, Francisco Javier Cercas Rueda (Sevilla, 1965), que firma sus escritos como Javier Cercas Rueda (en la foto a la derecha) y José Javier Cercas Mena (Ibahernando, Cáceres, 1962), que firma los suyos (como Soldados de Salamina) como Javier Cercas, somos dos personas distintas.

6 opiniones en “Zafón”

  1. «muchas líneas argumentales, que se pierden, personajes mal resueltos».
    «lo terminó deprisa y corriendo». De acuerdo. Para mi, lo más grave es que en ningún momento me interesé verdaderamente por la historia que me estaban contando.

  2. Este fin de semana lo terminé de leer.Si alguien que no ha leido la Sombra de Viento, quiere leer El Juego del Angel. Que lo deje, y que lea La Sombra del Viento.Si ha leido La Sombra del viento, que no pierda el tiempo, no le hace falta leerlo. Lo termine con mayor ilusión que lo empece.
    Al final me daba la sensación que cualquier capitulo podrías ser el inicio de una novela.
    Hay muchas lineas argumentales, que se pierden, personajes mal resueltos.
    El final,se nota que lo termino deprisa y corriendo.
    Reconozco que he caido, de nuevo en una muy buena estrategia de Marketing. Mi felicitaciones a Planeta,porque además nos es barato.

  3. Gracias por los comentarios. Uno de los motivos por los que es interesante que existan blogs es para esto: para poder decir con libertad lo que se piensa, en este caso, de libros.

  4. A mí este autor no me llena, primero me leí uno suyo cuyo nombre no recuerdo ni me interesa recordar, después «Marina» (mi opinión sobre el libro era que daba pena), pero como todo el mundo habla y hablaba de «La sombre del viento» y yo terminé soñando con dicho libro, pues dije, vamos allá. Total que me enganchó, pero no me gustó. Así que con esto y tú crítica hacia este nuevo libro suyo, creo que no leeré nada más de Zafón (creo que ya nadie me podrá quitar de este convencimiento).

    Luego sí quería decirte que a mí que se complique la expresión me parece un gran logro, es decir lo mismo, pero entendiéndolo por otro camino, otras sensaciones, y yo creo que está bien.

    Saludando.

  5. Yo también me alegro, la verdad es que el día de Sant Jordi fue lo que más vendí… eclipsando tantas otras buenas obras…
    No me han dado muchas ganas de leerlo, la verdad… me quedo con Robertson Davies..

  6. Me alegro por fin de leer una crítica que no sean todo alabanzas!!! Aún no me lo he leido, pero tantas buenas impresiones me estaban empezando a mosquear. Aún así, quiero leérmelo, porque disfruté con La sombra del viento.

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