Lugares comunes

Recomiendo alejarse, como si de basura pestilente se tratara, de los lugares comunes. Se le llama así a todas aquellas metáforas, comparaciones, imágenes que en su génesis fueron tan geniales que se quedaron en la mente de los lectores hasta convertirse en frases de habla común que han perdido toda su efectividad y que suenan al lenguaje que mi tía Cata usaba los domingos. Ejemplos: el vital líquido, los dientes de perlas, corrió como alma que lleva el diablo, entró como cuchillo en mantequilla, cortados con el mismo molde, devorado por las llamas, probar las mieles de Baco, la pantalla chica, el séptimo arte, la luna de plata…

[Fuente: Guillermo Samperio, “Cómo se escribe un cuento», 2008]

Autor: Javier Cercas Rueda

En 1965 nací en Sevilla, donde he vivido casi treinta años con un pequeño paréntesis de cuatro en Jerez. En 1994 me trasladé a Granada, donde sigo desde entonces. Estudié Economía general, he vivido once años de mi vida en Colegios Mayores, y desde 1995 hago crítica de libros y he mantenido diferentes relaciones con el mundo de la comunicación. Entre las cosas que me hacen más feliz están mi familia, mis amigos, los libros que he leído y haber subido en bici el Galibier. AVISO IMPORTANTE Conviene volver a recordar que el autor de estas entradas, Francisco Javier Cercas Rueda (Sevilla, 1965), que firma sus escritos como Javier Cercas Rueda (en la foto a la derecha) y José Javier Cercas Mena (Ibahernando, Cáceres, 1962), que firma los suyos (como Soldados de Salamina) como Javier Cercas, somos dos personas distintas.

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