El ladrón de tiempo

“Nunca muero. Sólo me vuelvo más y más viejo”. Así empiezan las memorias que Matthieu Zéla comienza a escribir en 1999 y que abarcan dos siglos y medio. Boyne cuenta algunas pinceladas de historia colocando a su longevo personaje en varios escenarios: la revolución francesa, la crisis económica de 1929, los primeros Juegos Olímpicos modernos o la unificación italiana. Conocemos algunos de sus trabajos, casi siempre relacionados con la producción de ficciones para cine o televisión, a algunas de sus relaciones sentimentales y a algunos de sus parientes. La novela va saltando de su primer amor, Dominique, en 1760, a los problemas de su sobrino Thomas en tiempo presente, 1999, pasando por los escenarios mencionados. Zéla ha vivido en la pobreza picaresca y en la opulencia, ha viajado mucho y conocido a todo tipo de personas, carece de concretas preocupaciones morales, sin ser mala persona, y cuenta todo con estilo sencillo, directo y ágil.

El mito de la eterna juventud ha sido tratado magistralmente con tintes trágicos, como mínimo, por Wilde y Goethe. Aquí no es más que un recurso para poder narrar en primera persona hechos tan alejados en el tiempo. En ningún momento llegamos a saber por qué ocurre a Zéla tan singular cualidad. El libro entretiene sin llegar a seducir en ningún momento, ni en su personaje principal, ni por los hechos en que participa. Esta fue la primera novela de Boyne y ya demuestra, y ha confirmado después, sus buenas dotes de narrador y su imaginación. Cada libro es diferente y ninguno es aburrido, aunque hasta ahora no ha escrito nada especialmente destacable.

Autor: Javier Cercas Rueda

En 1965 nací en Sevilla, donde he vivido casi treinta años con un pequeño paréntesis de cuatro en Jerez. En 1994 me trasladé a Granada, donde sigo desde entonces. Estudié Economía general, he vivido once años de mi vida en Colegios Mayores, y desde 1995 hago crítica de libros y he mantenido diferentes relaciones con el mundo de la comunicación. Entre las cosas que me hacen más feliz están mi familia, mis amigos, los libros que he leído y haber subido en bici el Galibier. AVISO IMPORTANTE Conviene volver a recordar que el autor de estas entradas, Francisco Javier Cercas Rueda (Sevilla, 1965), que firma sus escritos como Javier Cercas Rueda (en la foto a la derecha) y José Javier Cercas Mena (Ibahernando, Cáceres, 1962), que firma los suyos (como Soldados de Salamina) como Javier Cercas, somos dos personas distintas.

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