Como me temía, De Cuenca exageraba, y mucho.
Alfonso van Worden, oficial de la guardia Valona, viaja a Madrid para ponerse al servicio del Rey de España. En una de las etapas de su periplo debe atravesar Sierra Morena. Allí le espera un misterio laberíntico que deberá desentrañar y que le embarcará en una aventura sin precedentes en la que encontrará alquimistas, astrólogos y cabalistas, poseídos, demonios, bandidos, gitanos y anacoretas. Lo que en un principio no iba a ser más que otro tramo del camino se torna viaje iniciático, repleto de sorpresas. A caballo entre la novela gótica y el saber enciclopédico, Potocki construye una historia mágica.
Cajas chinas. A Alfonso le están narrando la historia de A en la que aparece B, se intercala la historia de B… en la que aparece C; pasamos a C, se termina luego con B y después con A. Esto en el mejor de los casos pues se puede complicar más la cosa. Hay historias centrales que recorren todo el libro y otras mucho más cortas.
A mi se me ha hecho muy pesado y sólo he tenido paciencia para leerlo íntegro hasta la mitad.
(No he leído esa edición de Pre-Textos sino la de Acantilado).