Matute. Trilogía de Los mercaderes

Los mercaderes (Primera memoria, Los soldados lloran de noche, La tregua)

Austral reedita en bolsillo, juntas, tres de las novelas más valoradas de Ana María Matute (1925-2014). La primera ganó el Nadal en 1959, la segunda se publicó cuatro años más tarde y la tercera en 1969. Comparten personajes y ambiente, pero son de textura narrativa diferente. Las tres tienen calidad literaria pero son igualmente sombrías.

En la primera Matia recuerda los meses posteriores al comienzo de la guerra civil española, tiempo que pasó en Mallorca con su abuela, su tía y su primo. Fuera de ellos, la guerra y el odio; en su familia, un ambiente agresivo y falto de cariño. El paso a la madurez de la protagonista y de su primo (deseos de independencia, despertar sexual, descubrimiento de la vida adulta) se hace de forma brusca y poco amable. El contraste entre la pureza de los personajes y la brutalidad de la guerra sirve a Matute para denunciar la injusticia social.

La segunda se centra en la historia de Manuel, que ya aparecía en la primera, y de Marta, entrelazadas con la de Jeza, un soldado del bando perdedor de la guerra. Casi todo lo que se narra ocurre en el tiempo de la contienda nacional. Es un relato más coral y aparece de fondo la cuestión del compromiso.

La tercera novela, situada en tiempo de posguerra, es la más pesimista y densa de las tres y tiene un enfoque narrativo diferente. Si en la primera narraba la protagonista en primera persona, y en la segunda cuenta un testigo desde fuera (alternándose su voz con la de Manuel), ahora se trata de cuatro monólogos de personajes diferentes, que intervienen alternativamente en los largos capítulos de la novela. De nuevo vidas llenas de dolor, conflictos familiares, soledad y venganzas. La isla como metáfora de la soledad y aislamiento en que vive cada personaje.

Matute tiene buen ojo para los detalles y las descripciones, y brilla menos en los diálogos. Alterna con fluidez el tono realista con el poético y es eficaz en el dibujo de los caracteres. Hay algo de toque imaginativo pero no de la inclinación a lo fantástico de su última época. Posiblemente propiciado por la censura, todo lo escabroso es narrado de forma velada. Esto no impide que quede patente un sabor global de pobreza moral donde queda bien plasmado el egoísmo humano y la hipocresía de algunos que exhiben a la vez una práctica religiosa externa. En el choque entre materialistas e idealistas (a lo que se refiere el título global de Los mercaderes) el resultado final es poco esperanzador.

Las tres novelas tienen calidad, aunque la primera producción neorrealista de la autora tiene mayor interés (Fiesta al noroeste, Pequeño teatro, o sus relatos).

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Autor: Javier Cercas Rueda

En 1965 nací en Sevilla, donde he vivido casi treinta años con un pequeño paréntesis de cuatro en Jerez. En 1994 me trasladé a Granada, donde sigo desde entonces. Estudié Economía general, he vivido once años de mi vida en Colegios Mayores, y desde 1995 hago crítica de libros y he mantenido diferentes relaciones con el mundo de la comunicación. Entre las cosas que me hacen más feliz están mi familia, mis amigos, los libros que he leído y haber subido en bici el Galibier. AVISO IMPORTANTE Conviene volver a recordar que el autor de estas entradas, Francisco Javier Cercas Rueda (Sevilla, 1965), que firma sus escritos como Javier Cercas Rueda (en la foto a la derecha) y José Javier Cercas Mena (Ibahernando, Cáceres, 1962), que firma los suyos (como Soldados de Salamina) como Javier Cercas, somos dos personas distintas.