Sobre la lectura


Mientras se lee no se incordia a prójimo.

Leer nos serena, volcamos la atención en otras cosas, “dejamos ser” a algo que nos supera y nos envuelve: cesa toda motivación egocéntrica. La lectura es desinteresada y purificadora.

Unicamente la lectura y la sabiduría proporcionan los buenos modales de la inteligencia.

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Calambur

Juego de palabras que consiste en modificar el significado de una palabra o frase agrupando de distinto modo sus sílabas.

Un calambur múltiple de Fabio Cohene que juega con gran maestría con las tildes, «eses», «ces», «zetas» y «haches»:

Asesinada
¡A Ceci nada!
A cecina, da
As es y nada
¡Haz hez y nada!
Ase, sí, nada
Asé, sí, nada
Ase sin hada
Asé sin hada
Ase sin Ada
Asé sin Ada
Hace, sí, nada
Hace sin hada
Hace sin Ada
Ases y nada
Haces y nada
Asesina da

[tomado de Juegos de palabras]

Jitanjáforas

El término jitanjáfora fue acuñado por el escritor mexicano Alfonso Reyes que lo tomó de unos versos del cubano Mariano Brull (1891-1956) que jugó a despojar las palabras de sus implicaciones conceptuales y afectivas hasta llegar a la inanidad sonora de la jitanjáfora.

Alfonso Reyes define las jitanjáforas como: «Creaciones que no se dirigen a la razón, sino más bien a la sensación y a la fantasía. Las palabras no buscan aquí un fin útil. Juegan solas»

JITANJÁFORAS DEL ALMA
Álvaro Morales

Sonsoniches mezclados
con merestines salían
por la albiguarda nudailal
de recalcitrantes violóvalos
plenos de pringuezorras
que esculpían soltiveques
en la noche de San Eruperancio.
Mañanas de fulgiversas
antinópatas y abelades
sin corolarias y celídacos
envueltos en filfateras
de noctanvulgos y bedollas
cuando la buhadilaga soñajea
con la prifusa y el pinsajo.
Aún quedan filtires de cobálubas
en medio de soñoques, abanibies
que son los que albuminan y repusan
los caminos destruferos y jocables
que encuerdan con retimoles y soyuces
viendo como costíbulan los albares
en una vida de sorrentes y primavolas.
El viejo ya no apalubíla ni jameba
sus sienes son trúbulos de mialgas
y sus manos escuban los rorices
de cuando era chupíba y cenébolo.
Ahora su mente dédola y delcíba
entre estelúbalas y morencias
caerá por nésticos mistuarios.

[tomado de Juegos de palabras]