Grossman por fin

Empiezo a leer con emoción Vida y destino. He estado al tanto de tantas reseñas que ha provocado, pero me he guardado de leer ninguna, preservando una lectura sin aprioris. Al terminar las leeré. Pocos libros resultan a la altura de expectativa que generan, sobre todo cuando el runrún es ensordecedor. Con este tengo menos miedo porque su prestigio precede su presencia apabullante en los medios este otoño.

Por si aún no están convencidos de leerla, lean la reseña de Ignacio Aréchaga en Aceprensa.

Marías, Tu rostro mañana

Estos son los comentarios que fui haciendo a las tres partes de Tu rostro mañana, última novela de Javier Marías. Como explico en la reseña a la tercera parte, recién editada, no creo que sea el mejor acercamiento a este autor.

Greguerías

Decepción: las Greguerías de Gómez de la Serna. Me han parecido la mayoría tontas, con poca gracia. La edición de Cátedra recoge unas 1.300 de las que sólo leo aburrido la mitad. Su definición “Metáfora + humor”. Acabo tan cansado que prescindo de la introducción crítica al dejar el libro.Transcribo algunas que me dan menos vergüenza.

Pingüino es una palabra atacada por las moscas.

No gozamos bien del canto del ruiseñor, porque siempre dudamos que sea el ruiseñor.

La arquitectura árabe es el agrandamiento del ojo de la cerradura.

La lógica es el pulverizador de la razón.

El que está en Venecia es el engañado que cree estar en Venecia. El que sueña con Venecia es el que está en Venecia.

El sueño es un pequeño adelanto que nos hace la muerte para que nos sea más fácil pasar la vida.