A falta del final (300 págs), algunas impresiones de mi lectura de Vida y destino, de Grossman:
Cuesta entrar en la historia. Son muchos escenarios y demasiados personajes (cada uno con nombre, patronímico, apodo, apelativo familiar, etc). No todas las historias tienen el mismo peso ni la misma intensidad. El estilo es agradable de leer.
Las dos más grandes burradas del S. XX –comunismo y nacional socialismo- son diseccionadas sin contemplaciones.
Es tan terrible casi todo lo que se cuenta que lees la novela un poco encogido. No es particularmente truculenta. Todo huele a verdad. Uno no deja de preguntarse cómo fue posible tanta estupidez a escala generalizada.
Se me está haciendo largo pero no he perdido el interés en ningún momento. Tampoco me está entusiasmando.
Conclusión provisional: indudablemente un buen libro, pero no, como se está diciendo, una lectura imprescindible.