Ciclo novelesco de Benasur de Judea

Con pena, me despido de los personajes inolvidables que componen estas novelas. Alejandro Núñez Alonso (Gijón, 1905-1982) escribió esta pentalogía ambientada en el mundo antiguo del siglo I d. C.

El lazo de púrpura (1956) – Premio Nacional de Literatura
El hombre de Damasco (1958)
El denario de plata (1959)
La piedra y el César (1960)
Las columnas de fuego (1961)

Es uno de los ciclos novelescos más ambiciosos que he leído nunca.

  1. Por la personalidad arrolladora y llena de matices del protagonista. Un navarca judío lleno de imperio sobre los que le rodean, rico e inteligente, dominador de todos los resortes que controlan el dinero y el poder, entra en contacto con un cristianismo que da sus primeros pasos.
  2. Por la riqueza de secundarios. Mileto, Zintia, Esther, Raquel, Clío, Cosia Poma; Pedro y Pablo; los césares de la Julia-Claudia (sus retratos son espléndidos), Seneca, Cicerón, Petronio…
  3. Por el apabullante conocimiento del medio y de la época. De Tiberio a Nerón; África (Libia), Jerusalén, Alejandría, Siria, Grecia, Egipto, Hispania. Olimpiadas, saturnales, el teatro griego. Finanzas, comercio, maniobras militares, joyas, filosofía, teatro, religión, arquitectura, gladiadores, perfumes, palacios, tabernas… Todo contado con un cromatismo muy vivo y lujo de detalles. Particularmente me ha emocionado la atractiva presentación de los primeros cristianos.
  4. Por el ritmo. Estos libros son un milagro: no hay momentos de respiro, siempre está ocurriendo algo, y todo lo que se cuenta es pertinente. No hay desfallecimiento en 4.000 págs.
  5. Por la riqueza del estilo y la calidad de los diálogos.

El censo de personajes y lugares puede abrumar y no viene mal anotar un esquema de relaciones y nacionalidades. Los mapas que vienen con los libros son útiles.

Ha sido una lectura importante para mi, pues hacía tiempo que no me enganchaba tanto a unos personajes. Estos libros serios y llenos de talento pasan a mi Olimpo de novela histórica, junto a McCullogh.

Hay ediciones antiguas de Planeta, Nabla ha reeditado las dos primeras y mis ePubs los tienen aquí. También hay por ahí versión en audiolibro.

La novela de un literato II (1914-1923)

Pedro Luis de Gálvez

Sigue este retrato único y magistral del Madrid literario de principios del XX.

Cabe preguntarse a qué se debe el acceso a todos y a todo de Cansinos, que ya ha publicado su primer libro en 1914 (El candelabro de los siete brazos) pero que sigue viviendo básicamente del periodismo. Concluyo que cae bien, es una buena persona, muchos le llaman «maestro»: escucha, tiene buen aspecto, cierto prestigio literario (lenguas, arte, no se vende como negro, no acepta censurar en traducciones,…). El periodismo abre muchas puertas y él se prodiga sin cansancio.

Abundan agudos contrastes de subespecies: escritores macho vs. cursis; intelectuales, académicos y eruditos vs. verdaderos poetas y novelistas; los que venden vs. los exquisitos; los padres de familia vs. los frecuentadores de burdeles vs. los homosexuales.

Se mencionan tertulias, cenáculos y revistillas: Pombo, La pecera, Los Quijotes. Homenajes, burlas, tresillo, filetes con patatas, gorroneos al grito de «se impone una ronda». Y tantas cosas más: la albórbola, el mecenazgo, el plagio, etc.

Colombine

Un adjetivo justo clava a cada tipo en su aspecto externo o catadura moral: dispéptico, mosqueteril, neurasténico, toreril, olímpico.

Vamos de un lado a otro:

  • El Olimpo: Unamuno, Valle-Inclán, Juan Ramón;
  • Los influyentes: Ramón, genio de la propaganda, Rubén (su muerte);
  • Novelistas: Trigo (suicidio), Wenceslao Fernández Florez (su nariz), el exitoso Blasco, Palacio Valdés (éxito, ego, burgués, ameno; prototipo para Cansinos de medianía decorosa), el Caballero audaz y sus novelas eróticas,…;
  • Poetas insignificantes: patéticos y risibles como Antonio Sancho (Asquea el ventisquero de la trata \ Cual hiede nausebunda la sentina \ …); gorrones dignos y simpáticos como Lasso de la Vega; directamente delincuentes como Pedro Luis de Gálvez (estafa, chantaje, agresiones, etc). El capítulo «hampones» es de antología, un mini tratado de golfemia literaria; el helénico Rafael Lasso de la Vega; Bóveda, el poeta gallego; Manuel Machado;
  • Dramaturgos: Dicenta (hijo), el exitoso Arniches, Muñoz Seca y los Quintero, Alfonso Vidal y Planas;
  • Mundo editorial: Blanco Fombona, Martínez Sierra (marido de Lejárraga);
  • Sudamericanos: Gómez Carrillo y su fama de espadachín; Borges (marzo 1920) «Un joven alto, delgado, con lentes y aire del profesor. Ha estado en Alemania, es políglota y tiene un enorme fondo de cultura. Aún no publicó ningún libro, pero ya en su país se hizo notar por su colaboración en revistas literarias»; la gran impresión que causó el innovador Huidobro;
  • Periodistas: Daguerre, Pedro de Répide;
  • Críticos: El carretero audaz, Caramanchel, Catarineu, Astrana Marín, Canedo;
  • Corrientes: Dadaísmo, Creacionismo, Futurismo, Ultraísmo;
  • Personajes: Pepe Bello (ILE, 27), Paco Torres (el Gran Simpático de La pecera); parásitos como Manuel Sawa (su hermano Alejandro ya ha muerto: el del perro que solo ladra a personas inteligentes); Buscarini (preparando sus memorias con 16 años); el borracho Heliodoro Puche;
  • etc, etc, etc.
Armando Buscarini

El ambiente queda coloreado con otros asuntos como los toros, la masonería, el sefardismo (el sabio Doctor Yahuda y su cátedra), algo de la política española del momento y de la Primera Guerra mundial o la muerte trágica de la Mata Hari.

Tras 13 años Cansinos quema las naves y deja el periodismo. Esta segunda parte termina con el comienzo de la Dictadura de Primo de Rivera, de quien, como de todos, se ofrece un vivo retrato.

Memorias de Cansinos Assens, La novela de un literato I (1882-1913)

Estupenda lectura que comparto enseguida con ustedes.

Nueva edición en Arca (2022) de las célebres y largas memorias del escritor sevillano Rafael Cansinos Assens (1862-1964), poeta, traductor y crítico, admirado por Borges. Largos e imprescindibles recuerdos que tienen fama de ser lo mejor que escribió. Se publicaron póstumamente en tres volúmenes entre 1982 y 1996 y ahora su hijo las reedita cuidadosamente en un solo tomo de tipografía algo apretada. Reordena el material, lo completa y lo pule, en una versión prácticamente definitiva de los manuscritos originales.

Estas páginas del singular escritor modernista, próximo al judaísmo, son un canto a la vocación literaria. Llenas de chispa y humor, producen una enorme impresión de vida. Documento de gran valor testimonial sobre la Edad de Plata de nuestras letras, las grandes y las pequeñas.

El subtítulo es descriptivo: hombres, ideas, efemérides, anécdotas. Un monumento a la bohemia, a las zahurdas de la literatura, a los que pasaron a la historia oficial y a los que no quedaron (la mayoría), todos ellos intoxicados de libros. Mucha miseria moral y gran entusiasmo por el arte.

Revistas, directores de periódicos, empresarios de teatro, tertulias, antros, teatrillos y burdeles; sablazos, hampones del arte, clientelismo, viciosos, picaresca; invertidos y cupletistas (La Fornarina, Safo, Raquel Meller…); censo interminable que retrata magníficamente a raros y olvidados (Colombine, Villaespesa, Sawa, Gálvez, Trigo, Carrere, Lasso de la Vega, Martínez Sierra, Mariano de Cavia, Noel, Radamés, de Hoyos, Rueda…) junto a los que han permanecido (Ramón, Azorín, Valle-Inclán, Baroja, JRJ, Camba, Darío, los Machado, Blasco, Benavente, …). Debates (y hasta duelos) entre los defensores de los cenáculos, el purismo y el arte y los perseguidores del éxito, el público y el dinero.

Novela-diario, memoria suya y de un tiempo, del que es testigo privilegiado. Cansinos está en medio de todo, y cuenta de primera mano. Sociología literaria, antología del fracaso, bohemia entre bastidores, concursos de egos. El conjunto es tan apasionante de leer como poco de admirar: una enciclopedia de pobres hombres que mata toda idealización posible del mundo cultural. El dibujo general de la mujer no es agradable tampoco.

Un detalle más: pueden descargar aquí un pdf gratuito que ha preparado la editorial. Notas y comentarios a «La novela de un literato» de Rafael Cansinos Assens.

Si quieren seguir con el tema, están los libros de Umbral (Las palabras de la tribu. De Rubén Darío a Cela. 1994; Diccionario de literatura. España, 1941-1995. De la posguerra a la posmodernidad, 1995; Los alucinados: personajes, escritores, monstruos. Una historia diferente de la literatura, 2001, y los de DE PRADA (Las máscaras del héroe, 1996; Desgarrados y excéntricos, 2001).

(Nota: Escribo esto al terminar la parte correspondiente a los años 1882-1913, primer tomo en la edición original).