Un instituto de jóvenes no es sólo droga, sida, embarazos de rebote y abortos de tapadillo, anorexia y vandalismo. La literatura suele cargar las tintas en lo problemático, las novelas juveniles suelen identificar adolescencia con movida permanente y encefalograma plano
José Ramón Ayllón piensa eso y cuenta en Vigo es Vivaldi la historia de Borja y sus amigos del Cunqueiro. Estudios, deportes, enamoramientos, relaciones familiares, libros, bailes, etc. Todo sin estridencias. El diario de tres meses que terminan de forma sorprendente.
Se ve que el autor conoce bien el paño y domina las jergas estudiantiles. Una novela positiva y agradable de leer, no es espectacular pero sorprende por el enfoque positivo.
Me dicen que tiene continuaciones pero parece que esta primera es la mejor.