Otro tipo de jóvenes

Un instituto de jóvenes no es sólo droga, sida, embarazos de rebote y abortos de tapadillo, anorexia y vandalismo. La literatura suele cargar las tintas en lo problemático, las novelas juveniles suelen identificar adolescencia con movida permanente y encefalograma plano

José Ramón Ayllón piensa eso y cuenta en Vigo es Vivaldi la historia de Borja y sus amigos del Cunqueiro. Estudios, deportes, enamoramientos, relaciones familiares, libros, bailes, etc. Todo sin estridencias. El diario de tres meses que terminan de forma sorprendente.

Se ve que el autor conoce bien el paño y domina las jergas estudiantiles. Una novela positiva y agradable de leer, no es espectacular pero sorprende por el enfoque positivo.

Me dicen que tiene continuaciones pero parece que esta primera es la mejor.

El ojo de jade (2007)

Diane Wei Liang (Pekin, 1966)

Después de oir hablar de ella aquí y allá la saco de la biblioteca. Distingo tres ingredientes: un deseo de mostrar la sociología china, el relato de la investigación de una pieza histórica desaparecida y la evolución de los problemas sentimentales y familiares de la protagonista. 224 páginas no dan para tanto y las tres cosas quedan difuminadas; ninguna llena por si sola y el conjunto resulta flojo. Para nosotros lo oriental es pintoresco y sentimos curiosidad pero esto aquí sólo es la ambientación y no se entra a fondo en nada. Lo segundo, como historia criminal, es absolutamente ligth. Sólo el tercer ingrediente tiene algunos momentos conseguidos.

Sin que sea un desastre, no me veo con fuerzas para recomendar este libro.

La gran Gilly Hopkins

Katherine Paterson es una de las grandes de la literatura infantil y juvenil. Seguramente les suene el título, por la película, de Un puente a Terabithia. He buscado algo suyo para leer y elijo -tras recomendación- su otro libro más famoso, La gran Gilly Hopkins.

Es una historia con niños pero nada infantil, en este caso sobre el drama de los hijos abandonados y dados en adopción. Los personajes son enternecedores, sin noñerías. Hay situaciones verdaderamente emocionantes. La vida no siempre es complaciente y querer a los demás y ser querido es el mejor camino para sobrellevar todo. Sin moralinas, con gran realismo y contado de manera simpática.

Lo recomiendo.

Continuar leyendo «La gran Gilly Hopkins»