McInerney. Al caer la luz

Años 80 en Manhattan, Russell y Corrine llevan cinco años casados. Él es editor y ella agente de bolsa en Wall Street. Llevan una intensa vida social y una aparentemente apacible vida conyugal, muy dependiente de las relaciones físicas.

El argumento tiene aspectos atractivos pues forman una pareja culta y sofisticada que se relaciona con escritores, periodistas, profesores  e inversores de buena posición económica. Es una comedia social urbana ligera con toques dramáticos que se centra en las relaciones de pareja y, sobre todo, en la infidelidad matrimonial. El lenguaje es grueso y las alusiones sexuales son frecuentes.

La novela es dialogada en un alto porcentaje, lo que aporta viveza, pero hubiera ganado con una labor de poda más exigente por parte del creador. Se detallan numerosos intercambios intrascendentes que aportan poco a la acción o al conocimiento de los personajes.

Libros del Asteroide ha publicado los últimos años buenas novelas norteamericanas sobre el matrimonio (Una mujer de recursos, de Elisabeth Forsythe, Un matrimonio feliz, de Rafael Yglesias, o En lugar seguro, de Wallace Stegner, por citar algunas), pero esta no es una de ellas. Es, además, la primera de una trilogía.

Autor: Javier Cercas Rueda

En 1965 nací en Sevilla, donde he vivido casi treinta años con un pequeño paréntesis de cuatro en Jerez. En 1994 me trasladé a Granada, donde sigo desde entonces. Estudié Economía general, he vivido once años de mi vida en Colegios Mayores, y desde 1995 hago crítica de libros y he mantenido diferentes relaciones con el mundo de la comunicación. Entre las cosas que me hacen más feliz están mi familia, mis amigos, los libros que he leído y haber subido en bici el Galibier. AVISO IMPORTANTE Conviene volver a recordar que el autor de estas entradas, Francisco Javier Cercas Rueda (Sevilla, 1965), que firma sus escritos como Javier Cercas Rueda (en la foto a la derecha) y José Javier Cercas Mena (Ibahernando, Cáceres, 1962), que firma los suyos (como Soldados de Salamina) como Javier Cercas, somos dos personas distintas.