Pla decía que a partir de los cuarenta años es muy doloroso leer novelas.
No estoy de acuerdo. Es cierto que el porcentaje de libros de no ficción que leo aumenta con los años, pero la palma se la siguen llevando las novelas. La cacareada muerte de la novela sale en alguna entrevista a escritor o editor cada dos años, parece algo programado. No veo que esto responda a la realidad de lo que se escribre, se publica, se vende y se lee.