Charlotte Carter

Ivy y Woody son tíos abuelos de Cassandra y forman una familia negra acomodada, pero que no olvida sus orígenes y lealtades. Un amigo de su anterior barrio les habla de su nieta desaparecida y deciden echarle una mano, aprovechando los contactos de Woody, antiguo recaudador de un gángster, con algunos políticos y policías. Acaban de asesinar a Martin Luther King y el ambiente universitario de Cassandra está revuelto. Lo que empieza como un inocente pasatiempo de unos investigadores aficionados, acaba convirtiéndose en una fea historia de abusos a menores, prostitución, asesinatos y policías corruptos.

La novela es breve e intensa y está construida a modo de puzzle. Lo mejor es la fuerte personalidad de Cassandra y de sus parientes, que conducen las indagaciones con tenacidad, imaginación y no poca valentía. Cass va narrando todo en primera persona, de forma directa y natural, mezclando los hechos con la descripción del ambiente social racista y revanchista y con la confesión de sus propios temores y problemas personales. No hay pasajes escabrosos ni descripciones desagradables, pero eso no oculta la sordidez de todo el asunto. La sombra de la revolución sexual está presente.

Carter (Chicago, 1943) tiene una serie dedicada a otro detective y Arde Chicago es el primer libro protagonizado por Cass Lisle.