Mimoun, de Chirbes

Maquetaci—n 1Mimoun es la primera novela de Chirbes, de 1988. El tenía cerca de cuarenta años y Carmen Martín Gaite animó a Herralde a leer el manuscrito. Quedó finalista del premio de la editorial de ese año y fue publicada por Anagrama.

Manuel es un profesor universitario que llega a Fez, más o menos con el propósito de terminar una novela. Se aloja en Mimoun, un pueblo cercano, donde se dedica a beber, fumar hachís y a acostarse con personas de ambos sexos. Conoce a varios personajes, en procesos autodestructivos similares al suyo, de los que no termina de saber todo. El ambiente decrépito del pueblo, la calima y las actividades fantasmales, sospechosas y algo criminales que le rodean, van minando su débil personalidad a la deriva y terminan por espantarlo en un momento de lucidez autodefensiva.

Las ciento cincuenta páginas de esta siniestra y ambigua historia se pasan volando. Chirbes no escribía entonces tan bien como ahora pero sí ya muy bien. No me parece de sus mejores libros.

Chirbes. Sobre la lectura y la escritura

CHIRBES_Cuenta-propiaEn este libro de 2010 se recogen una docena de artículos largos en los que Chirbes habla de literatura. Intervenciones en seminarios, conferencias y artículos en torno a sus maestros clásicos (Cervantes, La celestina, Galdós), españoles del S. XX (Aub, Aldecoa, Martín Gaite, Vázquez Montalbán), escritores más jóvenes como Barba o cuestiones en torno a la escritura: el sentido de hacer novelas, las relaciones escritor-editor o el trabajo de narrar.

Chirbes, como en sus novelas, se muestra grave y concienzudo, se nota que ha pensado bien todo lo que dice y piensa, cita y analiza con rigor. A veces resulta algo espeso e inevitablemente, por la desigual procedencia de los textos, hay repeticiones, pero ha sido una lectura valiosa.

El escritor no tiene por qué ser demasiado autoconsciente de su trabajo (“como el pájaro que canta sin saber que lo ornitólogo hace años que ha descrito y clasificado su melodía”), debe “poner en orden y dotar de sentido la infinita variedad en la que se le ofrece la vida”, enseñarnos a mirar lo que antes no éramos capaces de ver. “Cada nuevo artista nos regala una nueva mirada. Nos abre un mundo que no existía antes”.

Me ha gustado mucho la valiente y justificada defensa que hace de Galdós, a veces tan injustamente denostado, el escritor “que carece de estilo porque los tiene todos”.

He anotado varios libros que destaca por una cosa u otra y no he leído:

Anna Seghers. La séptima cruz; Sender. Imán; Genet. Diario de un ladrón; Remarque. Sin novedad en el frente; Barbusse. El fuego; Piglia. El último lector; CMG. El cuento de nunca acabar. Cuadernos de todo. Críticas literarias en diario 16; La CapriaSaint-Simon. Memorias.

El primer Chirbes. Los disparos del cazador

CHIRBES_Disparos_cazadorNos encontramos con Carlos Císcar viejo, enfermo, mortificado y al final de su vida. Fue un constructor de éxito que hizo dinero en el franquismo y fracasó en todo lo demás. Escribe el recuerdo de su vida: ¿qué salió mal con su mujer, con sus amantes, con sus hijos? En compañía del cuidador, recoge sus escombros y espera el final.

Novela breve pero intensa, ya está ahí todo el Chirbes de las últimas y potentes entregas. El dinero sucio, la cultura como distintivo de clase, las referencias siempre brutales y vulgares al sexo, y su estupendo, depurado y envolvente castellano. Tonterías ni media, Chirbes es narrativa seria y desde la primera página nos pone firmes, aquí se viene a hablar de cosas graves. Lo que pasa es que a él siempre le interesan las mismas y parece que le leemos la misma novela repetidamente: España desde la GC hasta hoy como una sociedad corrupta, llena de fracasados, descrita con un enfoque nihilista, incómodo y poco complaciente.

Císcar se justifica, recrea (¿inventa, reajusta?) el pasado más que lo cuenta. A mi me hubiera gustado saber más de la muerte de su hija, del odio con su hijo (sólo accedemos a su voz por unos párrafos, todo lo demás es versión Carlos) o de la infidelidad de Eva, mujer del protagonista. Con todo, siempre un placer pasar un rato con uno de nuestros mejores narradores.