Connolly atormentado

666 es el número que tiene en la colección de Tusquets el nuevo libro de Connolly, sexto de la serie Charlie Parker. Los muertos siguen sin dejar en paz a Parker, los de su propia familia y los demás. Tampoco se lleva muy bien con los vivos. Es un hombre de acción que sigue sus propios métodos y a quien cuesta tener la boca cerrada.

Esta vez los malos terroríficos (El Coleccionista y Frank Merrick) no son tan malos y son los buenos quienes esconden secretos inconfesables. El libro no es tan bueno como los primeros aunque sigue estando a un nivel bastante por encima de la media en este género. Creo que Connolly está un poco pasado de rosca metafísica en sus tormentos fantasmagóricos y sus venganzas y también sobran algunas acotaciones históricas, descripciones de lugares y digresiones que ralentizan la historia.

El libro resulta escalofriante como los anteriores pero ahora más por el tema (abuso de menores) que por el paranoico de turno. Connolly sigue mostrando las caras del mal, convencido de que la capacidad del hombre para provocarlo no tiene límites.

Les aviso, como empiecen con Connolly no podrán dejarlo.

El angel negro, de Connolly

Charlie Parker sigue su cruzada particular contra el mal y Connolly continua indagando el porqué de tantas cosas que no funcionan entre los hombres. Otra vez hay ángeles y demonios, seres cuya naturaleza aterroriza, psicópatas del dolor que ponen los pelos de punta y bastante muerte. Los orígenes de esta historia se remontan esta vez a la mismísima creación del mundo; pasa por la edad media y llega hasta el S. XX con un cóctel de monjes, anticuarios, nazis, esculturas de huesos y sectas. Todo bastante bien hilvanado y terroríficamente verosímil.

Todo lo que muere, su primera novela, me resultó impactante. Las otras cuatro, incluída esta última, me han gustado pero algo menos. El angel negro es algo menos sangrienta pero más morbosa.

Creo que Connolly, pasa un poco en general en este género de novelas, tiene un problema con los finales. Trabaja una historia de una arquitectura apabullante para luego resolver con un clímax que no suele estar a la altura. También, esta vez, se excede un poco con la parafernalia histórica, en las subtramas sentimentales y descripciones ambientales.

No quiero ni imaginarme como deben ser las pesadillas del escritor irlandés cuando estas son las cosas que se le ocurren despierto.

Siempre he repetido que no es un escritor para todos los estómagos. Y, ojo, es adictivo.

Novela negra

Hoy dedican un reportaje en Babelia a la novela negra. Destacan a mi admirado Connolly y mencionan a varios autores, y sobre todo autoras (a veces son más duras), que frecuentan este género. Me quedo con algunos nombres para ver si les hinco el diente. No coincido con la apreciación de El cuento numero trece, flojita y melodramática, de la cual pueden leer el comentario que hice en Aceprensa.