Agosto 2015 (1 de 3). Relecturas

CERVANTES_Audio
• Lo más destacado de este mes de agosto ha sido la conclusión de El Quijote, que empecé a oir en mp3 allá por el mes de febrero, aprovechando desplazamientos en el coche. Una voz distinta por personaje y locutores profesionales. Una delicia. Nunca he sido un fanático de este libro pero el hecho es que es la tercera vez que lo “leo”. Tengo los ficheros en Dropbox y los iba oyendo a través del móvil. SOBRESALIENTE.

• Me ha cansado en cambio esta vez Ficciones y creo que no es el libro primero adecuado para los que se acercan al autor. Tengo que revisar esta recomendación mía habitual. Quizás lo he releído en mal momento o rápido. Borges es una locura literaria a la que te abandonas, una experiencia hipnótica donde suspendes las más elementales exigencias del pacto de lectura. Aunque no sé si desde el más allá estará riéndose de nosotros. Filosofía, teología, literatura, historia; espejos, laberintos y geometrías. Un amigo buen lector no contaminado por la admiración no pasó de los tres o cuatro primeros relatos. BIEN.

• Otro escollo veraniego: Rosaura a las diez. Tenía un recuerdo estupendo y ahora me ha defraudado. Me ha agotado la señora Milagros, la primera narradora, que explica morosamente el culebrón de base. Mejora algo con los sucesivos puntos de vista pero yo ya estaba herido de muerte. BIEN.

Denevi. Falsificaciones

Entre tanto ilustre del boom, Denevi es un gran escritor argentino poco conocido, quizás porque sus libros más redondos bordeen un género tan poco prestigioso como el policiaco. La novela Rosaura a las diez y la colección de relatos Ceremonias secretas deben estar, en mi opinión, en cualquier selección que se haga de las letras hispanamericanas.

Ahora he encontrado esta colección de fabulillas. Se dice que es un libro de microficción fundamental en el género, pionero en las relecturas literarias, mitológicas y bíblicas.

Casi un centenar de pequeñas piezas sobre Judas, el arca de Noé, Isabel I, Napoleón en Sta. Elena, La Celestina, Tristán e Isolda, personajes bíblicos, de Dante, de Shakespeare y de Homero y demás griegos.

De 1966 es la primera edición que fue luego ampliada. La que leo es de 2006.

Denevi imagina lo que no se cuenta, interpreta, inventa finales, explica. Me parece bien con las obras de ficción, pero no tanto con la historia y la Biblia. El resultado es desigual. A veces ingenioso, a veces forzado, otras al borde de la falta de respeto o decoro -literario y no- como se quiera llamar.

Me sigo quedando con los dos primeros títulos que les mencioné.