He llegado a Gaya a través de los diarios de Trapiello. Fue un pintor-escritor murciano que vivió exiliado en México del 39 al 52 y que falleció en 2005.
Pueden ver fotos suyas, de sus cuadros y consultar algunos textos en esta web.
Pre-textos editó en 2010, en un sólo volumen, su obra completa, a excepción de su epistolario. Largos y breves ensayos, prosas, poemas y diarios.
He leído por ahora sus Diarios: 1952-1953 (ya publicado antes como libro), Otras anotaciones (1956-1963) e Inéditos (1952-1964). Me ha gustado mucho. Demuestran una fina inteligencia, gran sensibilidad y buena capacidad de explicar cosas que no son fácilmente traducibles a palabras. El arte, la creación, el talento, la crítica, la belleza, Dios, la religión, España, el amor y la sexualidad. Lugares, personas, cuadros.
Su castellano es muy bueno y lo despliega cercando la idea o la impresión que quiere transmitir. Va como ensayando tras la palabra justa o el adjetivo perfecto, las comas marcando frases como metralletas, con un expresivo uso de las cursivas y los puntos suspensivos. En tres brochazos una ciudad, una pintura o el carácter de un amigo.
He anotado muchas cosas y es una lectura que el aficionado al arte disfrutará más aún.
Por ejemplo:
Lo que la gente llama vivir es, exactamente, lo que interrumpe mi vida.
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Lo que hace de San Pedro algo tan irreligioso es su descarada, insolente soberbia.
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Ser fiel es precisamente o contrario de detenerse; ser fiel es avanzar, cambiar, y, no obstante, estar en el mismo sitio, como un río.
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En una imprecisión certera es donde está la verdad.