La música de una vida

En este mes de agosto, enfrascado en la reestructuración del blog, he buscado lecturas breves. Tenía buen recuerdo del Testamento francés de Makine, y ya saben que me tiran los que escriben en francés (aunque sean rusos de nacimiento, como Makine).

Este libro es una tontería tan absurda y aburrida que no voy a dedicarle mucho espacio. Es una historia difícil de entender, pese a su brevedad. Cuando una historia ya falla en la claridad, es imposible construir nada.

Los primeros meses de 1941 son tiempos difíciles para los habitantes de la Unión Soviética, pues al terror estalinista se unen los rumores de una pronta invasión nazi. Una tarde de mayo, un joven pianista moscovita, Alexei Berg, recibe el aviso de que no regrese a su casa, pues, en una de sus incontables redadas, la policía del régimen ha detenido a sus padres, acusados de supuestos e intrincados delitos políticos, y le busca también a él. Alexei tiene que huir precipitadamente a una aldea ucraniana donde unos parientes campesinos le esconden en un henil.