Conjunto de relatos de McEwan de 1978, de sus primeras cosas. Ya me ha pasado otras veces que me entusiasmo con un autor, busco lo anterior que ha escrito y me llevo un chasco. Estos cuentos son flojos. Y, encima, desagradables.
Rarezas sexuales, depravación, perversidad, fantasías sádicas y masoquistas… En fin, que me he dejado a la mitad algunos de ellos. No se trata de relatos eróticos pues ni hay descripciones ni el asunto de fondo es el sexo, pero la problemática de estas historias es de una penuria humana y moral digna de compasión pero no de dedicarle nuestro tiempo.