Balas de plata

«Ante la muerte de un ser querido un bato le dijo a una morra: ¿qué onda, mija, se hace? Te propongo que nos echemos uno a la monje loco».

Así es toda la novela. Muy difícil para un español. Por si no bastaran los modismos, la puntuación es imposible: preguntas o exclamaciones con/sin signos; respuestas o preguntas mezcladas con descripciones o pensamientos en el mismo párrafo, todo separado sólo por comas. Tampoco se indica siempre con claridad quien es el que habla.

Entre todo eso, se adivinan varios asesinatos, los narcos, la corrupción policial, historias de amor y muerte, y un poli con casta que persigue la verdad cueste lo que cueste.

El tema (novela negra), el sello (Tusquets) y la recomendación (Pérez-Reverte) me han llevado a Elmer Mendoza, y aunque no voy a leerle más, a mi no me ha disgustado el libro a pesar de todo. Hay buenos diálogos (cuando se entienden) y el ritmo está muy conseguido.