El ojo, de Nabokov

Sólo un fanático de Nabokov puede disfrutar con El ojo, una de sus primeras narraciones cortas. Desde luego se lee con gusto, como todo lo suyo (la elegancia, el detalle, los apuntes psicológicos originales, el juego,…) pero la historia no tiene pies ni cabeza, ni principio ni final ni atractivo. Rara, confusa y ni siquiera inquietante.

Lean La verdadera vida de Sebastian Nigth, o Habla, memoria, o La defensa, u Opiniones contundentes. O muchos de sus relatos. No la floja y desagradable Lolita ni la turbia Ada o el ardor.

Recomendaciones con la H

H

Historietas nacionales (1881), ALARCON.
Tan buenas como sus grandes novelas (El niño de la bola, El escándalo,…) pero más breves. Para mi, de los mejores escritores del realismo español.

Habla, memoria (1966), NABOKOV.
Originalísima y singular autobiografía. Pasé años de devoción por este escritor. Ahora menos. Tengo que pensarlo.

Novelas de ajedrez


Me atrae el ajedrez aunque nunca me lo he tomado en serio ni he dedicado tiempo, a fondo, a aprenderlo y practicarlo. Me falta paciencia. Puedo planificar y anticipar jugadas y estrategias una vez, dos, a la tercera vez que me cambian me dejo arrastrar ya por la intuición. Este juego ha inspirado frecuentemente a los escritores. Algunas novelas que he leído con el ajedrez de fondo son:

El jugador de ajedrez (1980) Lysiak
La variante Lünenburg (1993) Maurensig
La defensa (1929) Nabokov
Novela de ajedrez (1941) Zweig
La tabla de Flandes (1990) Pérez-Reverte

La de más calidad sin duda la de Nabokov, le va que ni pintado un personaje calculador, algo angustiado y reconcentrado; la más entretenida la de Pérez-Reverte.