Robinson

Gilead es un pequeño pueblecito americano, y este libro es la larga carta que el pastor John Ames (76 años) escribe a su hijo (7 años). Es un repaso de su vida, un examen de los grandes temas y un testamento. No hay grandes hechos ni pesados discursos y sí infinidad de pequeñas cosas, íntimas, interesantes sólo para personas del círculo familiar más cercano. Gilead es una confesión, un acto de consejo, una declaración de amor. Amor, en primer lugar, al acto de escribir.

Ames es pastor protestante, como lo fueron su padre y su abuelo. La religiosidad está muy presente en todo. También la vida sencilla y tranquila. La soledad, la guerra, la fe, la paternidad, los celos, la amistad, este es el material de la novela, que ganó el Pulitzer y el National Critic Circles Award de 2005.

Una lectura agradable, no apasionante pero de innegable calidad.