Si hay algo que un escritor tan serio como Philip Roth se toma muy en serio, es la literatura y, en particular, su propio trabajo. Es un buen escritor y es importante, por eso se ha hablado mucho de él. La fama y el escándalo le llegaron muy pronto y por eso lleva muchos años explicándose a sí mismo y a su obra. Esta recopilación es una prueba.
Muchas cosas eran conocidas por Los hechos y de El oficio de escritor, pero sin duda este trabajo arroja nueva luz sobre una figura contemporánea clave. En la primera parte del libro se recogen varias entrevistas realizadas entre 1969 (tras El Lamento de Portnoy) y 1985 (tras la trilogía de Zuckerman). Se analiza la obsesión sexual, muy presente en su obra, particularmente en sus primeros libros. Justifica cómo la familia, la educación, la religión y la política son para él las fuerzas coercitivas por excelencia, canales del poder y sometimiento, otro tema clave recurrente en sus libros. Una y otra vez sale la cuestión de su condición judía. Roth explica que se guía por el gusto y el tacto literarios, y que no piensa en un público de determinada educación, tendencias políticas o religiosas y que hay que leer sus libros como obras de ficción.