La pulga de Leskov

El otro día envié a Aceprensa una reseña encargada sobre La pulga de acero, de Leskov. El libro me pareció una chorrada, y así lo dije (con otras palabras). Su única virtualidad es que es corto y no te hace perder demasiado el tiempo. Ser contemporáneo de los grandes rusos (Pushkin, Gógol, Turguéniev, Dostoievski, Tolstói y Chéjov) no implica necesariamente estar a su altura.

Me hacen gracia las tiras publicitarias en las que se nos anuncia que «por fin» se rescatan «perlas olvidadas». Si estaban tan olvidadas por algo sería. Bueno, no me quiero cebar porque comprendo que las editoriales pequeñas que nacen no lo tienen fácil. Como prueba de buena fe, les señalo la reseña elogiosa sobre Leskov que aparece en ABCD.

Autor: Javier Cercas Rueda

En 1965 nací en Sevilla, donde he vivido casi treinta años con un pequeño paréntesis de cuatro en Jerez. En 1994 me trasladé a Granada, donde sigo desde entonces. Estudié Economía general, he vivido once años de mi vida en Colegios Mayores, y desde 1995 hago crítica de libros y he mantenido diferentes relaciones con el mundo de la comunicación. Entre las cosas que me hacen más feliz están mi familia, mis amigos, los libros que he leído y haber subido en bici el Galibier. AVISO IMPORTANTE Conviene volver a recordar que el autor de estas entradas, Francisco Javier Cercas Rueda (Sevilla, 1965), que firma sus escritos como Javier Cercas Rueda (en la foto a la derecha) y José Javier Cercas Mena (Ibahernando, Cáceres, 1962), que firma los suyos (como Soldados de Salamina) como Javier Cercas, somos dos personas distintas.

3 opiniones en “La pulga de Leskov”

  1. De nada. Virtualidad ha venido de la mano de virtual, así que lo mejor, creo, es dejarla confinada a lo potencial, lo no real, que no tiene tanto punto de contacto con la virtud=la cualidad de algo.

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