Escritores en la Academia

ACADEMIADel medio centenar de académicos de la lengua, sólo un tercio son escritores.

narradores
“C” 1995, Luis Goytisolo
“u” 1996, Antonio Muñoz Molina
“L” 1996, Mario Vargas Llosa
“K” 1998, Ana María Matute
“I” 2001, Luis Mateo Díez
“T” 2003, Arturo Pérez-Reverte
“j” 2004, Álvaro Pombo
“g” 2010, Soledad Puértolas
“m” 2008, José María Merino
“R” 2008, Javier Marías
“m” 2012, Carmen Riera

Poetas y ensayistas
“M” 1980, Carlos Bousoño
“O” 1985, Pere Gimferrer
“p” 1987, Francisco Rico
“X” 2006, Francisco Brines

Irritaciones librescas

gomaAyer, después de anotar lo que me interesaba, me tiré un buen rato borrando las marcas a lápiz que había dejado en un libro, antes de devolverlo a la biblioteca pública. Lo malo es que ya había tenido que borrar antes de leerlo las de otros predecesores (no me gusta la lectura «dirigida», por lo mismo que no leo nunca antes prólogos ni introducciones). Uno de lo ellos, un salvaje, había hecho sus marcas en tinta. Estas faltas de consideración en objetos públicos y ajenos me resultan irritantes por abusivas, egoístamente olímpicas e inevitablemente impunes. Como no voy a poder reprocharlo al imbécil que lo hace, lo dejo denunciado aquí, como pataleta al sol.

Ultimamente yo marco siempre con lápiz blando, sin apretar mucho, al margen, así luego localizo fácilmente y borro sin dificultad, sin dejar huella de mi paso.

Bookopoly

BookopolyTodo el mundo conoce el Monopoly. Hasbro, la compañía propietaria del original (aunque fue Parker Brothers quien lo realizó), vendió algún tipo de licencia a una empresa llamada Late for the Sky, para que esta desarrollase juegos de mesa basados en el famoso juego. En este caso nos encontramos con un juego en el que vez de hacerse con las calles de la ciudad, sería algo así como hacerse con la mayor biblioteca posible. Se sustituye las famosas calles por títulos de clásicos como Moby Dick, Rebelión en la granja o Matar un ruiseñor; y las estaciones por géneros literarios.

En Amazon lo venden por 20 dólares.