Duarte. El ejército romano

Legión romana
Un poco a ciegas me hago con este libro en formato electrónico. Es breve y esquemático pero sirve como orientación. Elige cinco periodos y una o dos batallas decisivas en cada uno de ellos. Explica cómo va evolucionando la organización de la legión: vestimenta, armas, unidades, mandos, castigos, alimentación, tácticas, insignias, reclutamientos, etc. Zama, Farsalia o Teotoburgo Ward son los escenarios de despliegue de uno de los ejércitos profesionales más potentes y temibles de la historia de  humanidad.

No es desde luego el gran libro sobre el asunto, pero no está mal, aunque sea endeble. Para Aníbal y Escipión, mucho mejor las vibrantes narraciones de Posteguillo. Y desde Mario hasta Marco Antonio, por supuesto, McCullough.

En la bibliografía una sorpresa: existe un libro de ¡Asimov! Titulado La república y el Imperio romano, publicado en España por Alianza en 1982.

Posteguillo, y IV

Algunos me preguntan que por qué doy menos calificación a las novelas romanas de Posteguillo que a las de McCullough.

Posteguillo se centra en dos personajes y en un conflicto bélico, la segunda guerra púnica. Hay un toque de política y un opositor interno a Escipión y un toque sentimental (la familia del propio Escipión, la relación de Lelio con su esclava, la amistad entre ellos mismos, etc) y luego una ambientación más que correcta. Con todo esto ha hecho tres buenas novelas.

Pero McCullough es otra cosa. Es un proyecto descomunal, la novela total. Es año a año, cónsul a cónsul, muchos personajes, múltiples escenarios dentro y fuera de Roma. Política, ejército, familia, religión, cultura. Es un trabajo monumental donde se llega a fondo en todo. No hay nada similar (que yo conozca).

En fin, no sé si me explico…

Posteguillo

Aunque quería dejar pasar más tiempo desde la lectura de la serie de McCullough, lo cierto es que he leído el primero de Posteguillo. Y me ha encantado.

Si hay un hecho interesante de la Roma antigua, después de la caída de la república y más que la época imperial, ese es el enfrentamiento con Cartago. La segunda guerra púnica enfrenta a Roma con el peor enemigo que tuvo hasta ese momento, Anibal. El africano es un gigante, parco, duro, auténtico líder, genial. Posteguillo lo retrata muy bien, como hace igualmente con Publio Cornelio Escipión, protagonista de la trilogía. Buen guerrero, buen político, sensible, amante del teatro. Al final de este tomo, con 24 años, ya es general y ha conquistado Cartago Nova en Hispania.

Hay muchos momentos emocionantes, narrados con contención y sin sentimentalismos. También hay sobriedad en los innumerable actos de guerra, sin exageraciones ni innecesarios litros de sangre. Se entienden muy bien las maniobras.

En fin, que muy bien. Una sorpresa. No quiero comparar con los de McCullough, auténtica cima de la novela histórica romana, pero estos no están muy atrás de nivel. McCullough es más total, ambiciosa y gigantesca pero Posteguillo ha hecho un trabajo de primera en su estreno.