Galicia literaria

He pasado unos días en Galicia y he visitado la tumba de Valle (en Santiago) y su casa natal (Villanueva de Arosa), donde se exhiben primeras ediciones de muchos de sus libros. Muchas calles del pueblo llevan nombre de obras y personajes suyos. He leído estos días la primera de las Comedias Bárbaras (Cara de plata) donde se narra una historia barroca y brutal que no cuento entre sus mejores libros.

Muy cerca está la casa natal de Camba, que no visité. También he leído algo suyo estos días, un libro de 1917 (Un año en el otro mundo) donde reúne sus artículos sobre Estados Unidos. Me ha gustado más esta vez. Es agudo, divertido y derrocha sentido común. América es la libertad, la velocidad, los récords, el chicle, la desproporción, las estadísticas, los rascacielos y el estrépito. Al principio la burla continua me pareció cateta, pero enseguida ves que se explica muy bien y que las exageraciones son premeditadas y justificadas. Tiene mucha gracia, sin ser un humorista.

De Cela visité la tumba en Iría Flavia pero no la Fundación, enfrente, que está en obras y cerrada hasta diciembre.

Justo al lado, en Padrón, la casa-museo de Rosalía. Me apunto algún título para leer algo de ella.

Mondoñedo me pillaba un poco lejos, pero lo tercero gallego que he leído han sido las estupendas Historias gallegas de Cunqueiro. Curanderos, animales mágicos que hablan, aparecidos, meigas y personajes extraordinarios. 67 prosas excepcionales (breves, deliciosas, mimadas, caprichosas, exquisitas), emitidas por radio a la muerte de Cunqueiro. Aparece el gallego como es, creedor y escéptico, mágico y racionalista, supersticioso y espiritual. Una mezcla compleja que constituye todo un éxito humano.

En Santiago pasé por la Casa de la Troya, hoy museo, inspiradora de la estupenda novela de Pérez Lugín, y por la Fundación Torrente Ballester, donde no me dio tiempo a entrar. También visité allí las tumbas de Rosalía y de Castelao. Éste último es aquí un mito, me temo que sólo local.

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Escritura natural

Angel Zapata, hablando de la naturalidad en la escritura en La práctica del relato, se fija en el ejemplo de Carver, que consigue escribir con aire de “conversación escrita”, pero manteniendo lo esencial de la comunicación verbal:

1. Claridad: vocabulario usual (comprensible a la primera),
2. Contención: nada de adornos retóricos,
3. Síntesis: frases cortas (atención abarcable rápidamente),
4. Connotación: subrayado emocional de algún dato significativo,  mostrar desde qué estado emotivo cuenta su historia el personaje  (obtiene la empatía del receptor).

A la vez, vale excepcionalmente lo contrario. Valle-Inclán. Estilo elaboradísimo, atractivo precisamente en su sugestión verbal, Tirano funciona no a pesar de la complejidad del estilo sino justamente por ella. Era un superdotado verbal. Es absurdo intentar imitarle.  Posee una personalidad artística tan fuerte que puede permitirse no escribir con “claridad” convencional.

Trilogías, 7 de 12

Series históricas bélicas españolas

Benito PEREZ GALDOS, E. Nacionales, primera serie
Trafalgar, 1873
Batalla de Arapiles, 1874
La corte de Carlos IV, 1873
El 19.III y el 2.V, 1873
Bailén, 1873
Napoleón en Chamartín, 1873
Zaragoza, 1874
Gerona, 1874
Cádiz, 1874
Juan Martín «El empecinado», 1874

José María GIRONELLA
Los cipreses creen en Dios, 1953
Un millón de muertos, 1961
Ha estallado la paz, 1953

Arturo BAREA
La forja de un rebelde
La forja, 1951
La ruta, 1951
La llama, 1951

Ramón Mª del VALLE-INCLAN
Guerras carlistas
Los cruzados de la causa, 1908
El resplandor de la hoguera, 1909
Gerifaltes de antaño, 1909

La serie de GALDOS imprescindible. De GIRONELLA sólo he leído el primero pero llevo ya muchos años sin descartar acabarla. BAREA una sorpresa cuando lo leí, bastante digna. Y qué decir de Valle…