Ojalá fuera cierto, de Marc Levy

Una mujer jóven entra en coma tras un accidente. Mientras su cuerpo vegeta en el hospital, su espíritu puede ser visto y oído por el nuevo inquilino del piso que ella ocupaba.

El coma profundo sigue siendo un misterio para la ciencia y Marc Levy se inventa esta propuesta algo desinformada y caótica. Una sentimentalona historia de amor llena de frases hechas, filosofía de almanaque, perogrulladas y lugares comunes, chistes fáciles y juegos de palabra simplones.

Con todo, se deja leer porque es ágil y breve y el amor siempre conmueve. Ya puestos, Levy también intenta hacernos tragar que se acuestan, el inquilino y el fantasma. Hay una oposición leve -pero oposición- a la eutanasia. Los dos protagonistas se declaran ateos.

Levy se apunta a la literatura fácil de consumo, a los productos vulgares y edulcorados para paladares poco exigentes. Parece que este autor es un bombazo en Francia desde ésta su primera novela (y última que le leo). Mon Dieu!