1. El punto y coma marca una pausa más intensa que la coma y menos que el punto. Normalmente, sigue a trozos de oración seriados que poseen una autonomía superior a la que marca la coma. También separa oraciones completas íntimamente relacionadas y de cierta ex tensión (si fueran cortas, se separarían por comas):
Por ejemplo: «El público, acabado el mitin, inició la salida; más que entusiasmado, mostraba fatiga; la gente hablaba de los oradores con decepción».
3. En todo período de alguna extensión se pondrá púnto y coma antes de las conjunciones adversativas mas, pero, aunque, sin embargo, etc.:
«Salieron los soldados a media noche y anduvieron nueve horas sin descansar; pero el mal estado de los caminos malogró la empresa».
4. Siempre que a una oración sigue, precedida de conjunción, otra oración que, en orden a la idea que expresa, no tiene perfecto enlace con la anterior, hay que poner al fin de la primera punto y coma:
«Pero nada bastó para desalojar al enemigo, hasta que se abrevió el asalto por el camino que abrió la artillería; y se observó que uno sólo se rindió a la merced de los españoles».