Acerbo, acervo. El primero es adjetivo y significa cruel, amargo; no confundirlo con el sustantivo acervo (montón).
Actitud. No debe confundirse con aptitud.
Adolecer. Padecer una enfermedad, un defecto, pasión o vicio. No es, por tanto, sinónimo de carecer. Nada ni nadie puede adolecer de cosas o cualidades positivas, porque éstas no constituyen un mal o una enfermedad. No es posible adolecer de rigor ni de escuelas, sino de ausencia o escasez de rigor o escuelas.
Afrontar, confrontar. No son sinónimos. Confrontar es cotejar. No se puede hablar de confrontación bélica.
Antiguo y anterior. Que existe desde hace mucho tiempo. No equivale a ex o anterior.
Aprender, aprehender. Aprender es instruirse; aprehender es asir. De la misma manera, aprensión es escrúpulo, recelo; aprehensión es la acción de aprehender.
Arabe. Aunque en algunos sentidos se superponen, no debe confundirse árabe con musulmán, islámico o mahometano. Los árabes forman un grupo de pueblos racial, lingüística y culturalmente afines, en su mayoría mahometanos. Pero entre los mahometanos hay grupos de otras razas.
Ascendencia. Nunca significa influencia sobre algo o alguien. Escríbase influencia, ascendiente.
Asechanza. Significa engaño, artificio para hacer daño a otro. No confundirlo con acechanza (acecho, espionaje).
Asequible. Alguien o algo que puede conseguirse o adquirirse, es decir, que se puede comprar. No confundir con accesible, alguien o algo de fácil acceso o trato.
[inspirado en: libro de estilo de ABC]