El placer de la lectura

De niña me sentaba en un escabel a los pies de mi padre, que leía. Veía tan satisfacción en su rostro que yo cogía cualquier libro aún sin saber leer, para ser feliz como él.
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El editor no es más que un lector que quiere que se dé a conocer aquello con lo que ha disfrutado.
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Recuerdo la envidia que tenía de los chicos que esperaban en la librería que saliese Harry Potter. Iba a verlos para ver sus caras de pura emoción.

Beatriz de Moura (editora de Tusquets)

[Fuente: Revista Qué Leer, abril 09]

Autor: Javier Cercas Rueda

En 1965 nací en Sevilla, donde he vivido casi treinta años con un pequeño paréntesis de cuatro en Jerez. En 1994 me trasladé a Granada, donde sigo desde entonces. Estudié Economía general, he vivido once años de mi vida en Colegios Mayores, y desde 1995 hago crítica de libros y he mantenido diferentes relaciones con el mundo de la comunicación. Entre las cosas que me hacen más feliz están mi familia, mis amigos, los libros que he leído y haber subido en bici el Galibier. AVISO IMPORTANTE Conviene volver a recordar que el autor de estas entradas, Francisco Javier Cercas Rueda (Sevilla, 1965), que firma sus escritos como Javier Cercas Rueda (en la foto a la derecha) y José Javier Cercas Mena (Ibahernando, Cáceres, 1962), que firma los suyos (como Soldados de Salamina) como Javier Cercas, somos dos personas distintas.

5 opiniones en “El placer de la lectura”

  1. Mi hija M. hace exactamente eso. Yo me siento en mi butaca a leer y ella viene con su cuento y se sienta al lado. Me alucina. En septiembre no sabía leer y ahora va con un libro en la mano todo el día, tiene 5 años y lee todos los días. El otro día me regaló un dibujo y era yo sentada con un libro. Es verdad que si te ven leer y sacar satisfacción de ello te imitan.
    MI hija C. no lee todavía con 3 años pero se acuesta con un cuento debajo de la almohada para que le «cuente la historia en la oreja».
    Preciosa cita.

  2. El texto que has trasladado es muy revelador, la lectura es en muchos casos una actividad que se inicia por imitación. Imitas a tus padres que lees, lees los libros que lee alguien algo mayor que tú al que admiras. Sin ese caldo de cultivo, la lectura puede parecer algo propio de extraños asociales.

    Un abrazo.

  3. Brooklyn: lo tengo. Esperando que llegue su momento.
    Pombo: os dejé un enlace a una reseña, no lo he leído. Hace ya varios libros que me descolgué de Pombo, auque me parece un escritor destacable.

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