Expresión burlesca que se aplica a la persona muy necia e incapaz. El maestro Gonzalo Correas, en su Vocabulario de refranes, incluye la expresión bobo de capirote, diciendo que los bobos de esta clase son llamados así porque es común ponerles un capirote por burla. En este sentido, el capirote es un cucurucho de cartón cubierto de tela que llevaban en la cabeza los disciplinantes en las procesiones de cuaresma y llevan actualmente los que van a las de Semana Santa. Unamuno, en un artículo publicado en 1923, decía que tonto de capirote «es el que con un capirote o bonete puntiagudo hace de tonto en las fiestas. Es un tonto de alquiler y casi oficial». Pero no con poca razón el maestro Covarrubias señala que la palabra capirote no se refiere sólo al que llevaban los disciplinantes y se pone a los bobos, sino que es una cobertura de la cabeza de muy diferentes tipos, y utilizada con frecuencia por los médicos, los colegiales y universitarios, entre otros. Así pues, tonto de capirote es tanto como decir tonto graduado y que puede llevar el distintivo o capirote de doctor.