Ante el famoso retrato se nos ocurren dos teorías. Alfonso lanzó que podía no tratarse del verdadero lienzo. A mi me pareció poco probable: sin contar con las evidentes medidas de seguridad, estaba el mero hecho de engañar a miles de personas cada día. No vas a pagar para ver copias. Se me ocurrió otra teoría a mi vez, ya que no consigo nunca que ese cuadro me parezca tan especial. Cojamos cualquier retrato de un pintor contemporáneo y empecemos a escribir sobre él. Libros, ensayos, tesis, simposios, análisis de la NASA, lo que quieran. Y mantengamos eso durante un par de siglos. Seguro que al cabo de 200 años hay miles de personas haciendo cola cada día para ver el original. Como con la Gioconda.
¿Quiero decir que el arte es un montaje? ¿pasa igual con los libros, con el cine? ¿no será más bien que yo no sé apreciar lo que tiene de especial esa famosa sonrisa? Tiendo a pensar esto último, antes de creer que muchos otros, durante siglos, han sido llevados al huerto por la crítica.