El escritor sólo se debe a su arte

¿Existe alguna fórmula para ser un buen novelista?
W. F.: Un noventa y nueve por ciento de talento… un noventa y nueve por ciento de disciplina… y un noventa y nueve por ciento de trabajo. Nunca debe sentirse satisfecho con lo que hace. Nunca es tan bueno como puede serlo. Sueña siempre y apunta más alto de lo que sabes que puedes hacer. No te limites a ser mejor que tus contemporáneos o tus predecesores. Intenta ser mejor que tú mismo. El artista es una criatura movida por los demonios. No sabe por qué lo eligen y suele estar demasiado ocupado para preguntárselo. Es completamente amoral en el sentido de que roba, toma prestado o pide de todos y de cualquiera para conseguir hacer su trabajo.

¿Quiere decir que un escritor tendría que ser completamente despiadado?
W. F.: La única responsabilidad del escritor es con su arte. Si es bueno será completamente despiadado. Tiene un sueño. Le angustia tanto que debe librarse de él. Y no logrará la paz hasta entonces. Hay que desecharlo todo: el honor, el orgullo, la decencia, la seguridad, la felicidad, todo, para conseguir escribir el libro. Si un escritor tiene que robar a su madre, no dudará en hacerlo; la «Oda a una urna griega» bien vale unas cuantas viejecitas.

Entrevista a William Faulkner en Paris Review, 1956.

Sueño de perfección

Sobre los escritores contemporáneos suyos:

Ninguno de nosotros logró alcanzar nuestro sueño de perfección. Así que nos valoro en relación a nuestro espléndido fracaso en lograr hacer lo imposible. En mi opinión, si pudiera volver a escribir toda mi obra, estoy convencido de que lo haría mejor, y ése es el mejor estado en que puede hallarse un artista. Por eso continúa trabajando, intentándolo; cada vez cree que lo logrará, que lo conseguirá. Claro que no será así, por eso se trata de un estado recomendable. Cuando lo lograra, cuando la obra alcanzara a la imagen, al sueño, lo único que quedaría por hacer sería cortarse la garganta, saltar de ese pináculo de perfección y suicidarse.

Entrevista a William Faulkner en Paris Review, 1956.

La locura de Henry James

Me he encontrado varias veces con esta cita de Henry James sobre el arte de escribir. No sé si ya la he mencionado o si la conoce todo el mundo. Como es tan buena, me arriesgo y la copio para que la lean.

Trabajamos en la oscuridad, hacemos lo posible: damos lo que podemos dar. Nuestras dudas son nuestra pasión y nuestra pasión es nuestro empeño. Lo demás es la locura del arte.