Brillar por su ausencia

Brillar por su ausencia

El origen de esta expresión irónica, que se emplea para poner de manifiesto la ausencia de una persona que en circunstancias lógicas debería estar presente, procede de Tácito. Este historiador latino relata en sus Anales (libro III, capítulo último) los funerales de Junia y dice lo siguiente: «También falleció Junia, 64 años después de la batalla de Filipos; era sobrina de Catón, esposa de Cayo Casio y hermana de Marco Bruto. Entre el vulgo se dijeron muchas cosas acerca de su testamento, pues habiendo distinguido con sus grandes riquezas a casi todos los principales de Roma omitió al emperador. Éste no mostró resentimiento ni prohibió que alabasen a Junia en las rostra y honrasen su entierro con las solemnidades de costumbre. Delante se llevaron las imágenes de 20 familias muy ilustres: los Manlios, los Quintios y otros nombres de igual nobleza. Pero entre todos brillaban Casio y Bruto, por lo mismo que no se veían sus imágenes.» La ausencia de las imágenes de Casio y Bruto se debía a que habían sido ajusticiados por Octavio, tras la conjura que acabó con la vida de César. Por tanto, sus estampas fueron borradas de la exposición pública.

Chaqueteros

Cambiar de chaqueta

El origen de este dicho, que significa cambiar de opinión o de partido político, lo explica el folclorista Luis Montoto en la página 141 de su libro Un paquete de cartas: «Dice un escritor que el modismo viene de que cada partido o fracción de guerra, política o religiosa, solía distinguirse por la casaca, túnica o sobrevesta que llevaban sobre la armadura de malla o hierro. En las guerras de religión, en Francia, los católicos solían llevar las túnicas o sobrevestas sembradas de cruces de color rojo, mientras que los calvinistas, para distinguirse de aquéllos, las usaban blancas y sin cruces. Y como, además, las túnicas por lo común, estaban forradas de tela de otro color, se valían de esta circunstancia en ciertos lances y accidentes de guerra, volviendo la sobrevesta o casaca del revés, según mejor les convenía, hasta salir del apuro o compromiso en el que se encontraban.»Hay otra versión que sitúa el origen de este dicho en la versátil conducta del duque de Saboya, Carlos Manuel I (1562-1630). Éste tan pronto se aliaba con Francia como con España. Y en este ir y venir se ponía su jubón, blanco de un lado y rojo del otro, cuando abandonaba la causa del primer país por la del otro.

Sol por Antequera

Salga el sol por Antequera

Esta frase equivale a decir que uno muestra una total y absoluta despreocupación por las consecuencias o el resultado de algo. La expresión completa es: Salga el sol por Antequera y póngase por donde quiera. Dicen que esta alocución tuvo su origen durante la reconquista de Granada por los Reyes Católicos. Curiosamente, Antequera está al oeste de Granada, o sea, al poniente, no al levante, por lo que el sol nunca podía salir por Antequera. De ahí el sentido irónico de la frase.