Termino mi tercera lectura del Conde de Montecristo, la primera vez que lo hago en francés. Creo, no lo he comprobado, que las ediciones españolas no son íntegras, por los detalles que me suenan a nuevos. En cualquier caso, la historia me ha vuelto a encandilar. Es uno de los libros que más he recomendado en mi vida, sin dejar de recordar nunca que el fondo del asunto -una venganza- es dañino. Edmond Dantés tiene razones pero no tiene razón.
Me ha vuelto a mosquear la desproporción entre lo que se le viene encima a Villefort (por no decir a Fernand) y lo poco que sufre Danglars, el «enemigo» que más odioso me resulta.
Para mi este libro es una referencia (como El Señor de los Anillos, y alguno más) que no olvido cuando me preguntan cuanto me gusta cualquier otro libro. Son mi metro de medida.