Penick fue un tipo sensacional, y no sólo porque supiera mucho de golf. Reunía las condiciones del auténtico maestro, quería a los que enseñaba y estos, tejanos o no, profesionales o no, le adoraban. No se sentía en posesión de la verdad (aunque algunas hay respecto a este deporte) y huía de todo dogmatismo. Era respetuoso con todo lo que funcionaba. Un tipo entrañable, apasionado y de pocas palabras, leal y con evidentes valores humanos.
En este último ramillete de consejos y anécdotas, cierre de las incluidas en El libro rojo, el Libro verde y El libro azul (golf para mujeres), toca todos los temas con el mismo desorden que en los anteriores libros, en 104 capitulitos que van desde las 4 líneas a las 3 págs. Un libro muy ameno, que lógicamente sólo les recomiendo si practican este deporte, y que hubiera ganado mucho –como crítica menor- con la mínima sistemática de ir poniendo juntos todos los capítulos referidos al mismo tema.
Parece muy interesante!!