Como el año pasado, adelanto a junio mis vacaciones, tres semanitas fuera desde hoy.
Voy a terminarme algunas cosas empezadas (y atascadas, todo hay que decirlo):
Obra selecta de Cyril Connolly (crítica literaria),
Poesías escogidas de Miguel D’Ors y
Relatos de Kolimá (Shalámov).
Me llevo varias novelas negras, de las que soy consciente que estoy abusando en los últimos tiempos:
Una mujer en tu camino (Fossum, «la dama noruega del crimen», Mondadori),
El accionista mayoritario (del turco Márkaris, Tusquets),
Entre las sombras (Peter Robinson) y
Bajo los vientos de Neptuno (de mi admirada Fred Vargas).
También me llevo algunas cosas más serias:
Meridiano de sangre, de McCarthy
Diarios, de Cheever
El periodista deportivo, de Ford
Secretos a voces, relatos de la archiprestigiosa canadiense Alice Munro
Quisiera que alguien me esperara en algún lugar, relatos de Anna Gavalda
El primer hombre de Roma, de McCullogh, primer tomazo de su serie sobre la república romana (Mario, Sila, César,…).
Luego a lo mejor no me leo nada de esto porque me encuentro otras cosas que me llaman más la atención y estos títulos, al fin y al cabo, los tengo en mi poder. Pero es bueno hacer algunos planes, ¿no? Ya les contaré.
Gracias amigos.
Estoy terminando el de Gavalda y me está gustando. Ya comentaré algo.
Bien, bien, el tiempo de leer es el que más envidio, si además puedes emprender el doble viaje…
Lo práctico constantemente, y sin embargo la siento, la envidia (no sé si sana, resfriada o medio malvada), cuando veo a alguien embebido por la lectura, recorriendo ese tiempo.
Ana Gavalda me sorprendió con “La amaba”, me pareció buena y además la primera novela, “Quisiera que alguien me esperara en algún lugar”, es más irregular. ¡Qué exigentes somos los lectores compulsivos! Que te aproveche
disfruta de tus vacaciones, y de tus lecturas!!!
un saludo Javier
Felices vacaciones.
Saludos,
Diego