Ojalá fuera cierto, de Marc Levy

Una mujer jóven entra en coma tras un accidente. Mientras su cuerpo vegeta en el hospital, su espíritu puede ser visto y oído por el nuevo inquilino del piso que ella ocupaba.

El coma profundo sigue siendo un misterio para la ciencia y Marc Levy se inventa esta propuesta algo desinformada y caótica. Una sentimentalona historia de amor llena de frases hechas, filosofía de almanaque, perogrulladas y lugares comunes, chistes fáciles y juegos de palabra simplones.

Con todo, se deja leer porque es ágil y breve y el amor siempre conmueve. Ya puestos, Levy también intenta hacernos tragar que se acuestan, el inquilino y el fantasma. Hay una oposición leve -pero oposición- a la eutanasia. Los dos protagonistas se declaran ateos.

Levy se apunta a la literatura fácil de consumo, a los productos vulgares y edulcorados para paladares poco exigentes. Parece que este autor es un bombazo en Francia desde ésta su primera novela (y última que le leo). Mon Dieu!

Autor: Javier Cercas Rueda

En 1965 nací en Sevilla, donde he vivido casi treinta años con un pequeño paréntesis de cuatro en Jerez. En 1994 me trasladé a Granada, donde sigo desde entonces. Estudié Economía general, he vivido once años de mi vida en Colegios Mayores, y desde 1995 hago crítica de libros y he mantenido diferentes relaciones con el mundo de la comunicación. Entre las cosas que me hacen más feliz están mi familia, mis amigos, los libros que he leído y haber subido en bici el Galibier. AVISO IMPORTANTE Conviene volver a recordar que el autor de estas entradas, Francisco Javier Cercas Rueda (Sevilla, 1965), que firma sus escritos como Javier Cercas Rueda (en la foto a la derecha) y José Javier Cercas Mena (Ibahernando, Cáceres, 1962), que firma los suyos (como Soldados de Salamina) como Javier Cercas, somos dos personas distintas.

7 opiniones en “Ojalá fuera cierto, de Marc Levy”

  1. Los periódicos están muy mediatizados por las editoriales.

    Ni idea de ese Moccia y, por lo que cuentas, seguiré así.

    Me alegro de que te apuntes al blog. A mi la cosa política no me va mucho, pero no sé, tú sabrás qué has notado.

  2. ¡Jajaja! Debo confesar que al visitar por primera vez tu blog, después de haberte visto en «El Escaparate de Rosa», lo vi tan serio, que me hizo pensar que serías aburridísimo. El típico de derechas que jamás sonríe, vamos.

    Pero tras leer esta entrada, me has enganchado. En Italia, como imagino sabrás, Federico Moccia se ha convertido en todo un boom de la literatura, al igual que parece haber pasado con Marc Levy en Francia. ¿Le has leído? Si no, pues te has salvado de una buena. Es infumable, tiene todo lo que has descrito en la entrada, pero lo malo es que… guiada por un artículo de El País (periódico de estafadores y corruptos), que lo había descrito como el mejor libro del S. XXI y qué sé yo qué más chorradas, ME LO COMPRÉ. Y no la versión en bolsillo, cogne, sino la enorme… Todavía sigo arrepintiéndome.

    Sigue así, voy a ser una asidua de tu blog, que tus críticas son más sinceras y honestas que las de El País, por ejemplo…

  3. ES LA PRIMERA VEZ QUE ESCUCHO HABLAR DE ESTE LIBRO ,Y LA TRAMA ME RESULYA MAS QUE INTERESANTE…
    LO VOY A TENNER EN CUENTA PARA EL PROXIMO LIBRO KE REGALE!
    SALUDOS!!

  4. ¡Pues ya ves! Ya me olía el pastel y de hecho no lo había sacado de la biblioteca y menos comprado, pero me lo encontré en formato de Word. Sólo han sido dos o tres ratos perdidos.

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