Entresaco de la conversación de Qué Leer con Fred Vargas en Gijón:
Una de las escritoras de novela policiaca más leídas del mundo. Renovadora del género sin excusas sociales ni histórico-culturales, mundo propio entre el surrealismo y la concepción medieval del monstruo.
Su apellido real, Audoin-Rouzeau. Su nombre completo: Frédérique. Su apellido de ficción, que comparte con su hermana pintora Jo, lo toman prestado de Ava Gardner en La condesa descalza.
Historiadora, arqueóloga y experta en epidemiología por el Instituto Pasteur.
Aspecto desaliñado y frágil. En la foto aparece con un pitillo y con cara de recién levantada de la cama. (Ninguna mujer debería dejarse fotografiar así. Juzguen ustedes).
Novela de enigma clásica. No negra. Sus fuentes: Conan Doyle y Agatha Christie. Continuidad del mito y de la novela de caballería: héroe contra monstruo, un laberinto para llegar a él. Novela problema, simple. Al final de la novea negra estamos más deprimidos que al principio.
Escribe sus novelas en tres semanas, y luegolas pule durante mucho tiempo. En el estilo de Adamsberg, dejarse flotar, fluir, hacia una salida natural a la historia, no desde una posición científica ni lógica.
Su padre era miembro del Movimiento surrealista. «Nunca entiendes lo que está diciendo». Ella se inspira más en la improvisación musical que en el surrealismo.
Las muertes de sus personajes son muy truculentas pero nunca las describe con detalles. Libros desprovistos por competo de violencia. Sus víctimas suelen ser anónimas, «me daría pena que tuvieran familia. Soy muy sensible». «En todos mis personajes, incluso en los malvados, hay belleza».
En este blog encontrarás comentarios de varias de sus novelas. Pero lo mejor es hacerse una idea uno mismo.
Gracias Javier por este post. Buscaré alguna de sus publicaciones, es un género que me interesa mucho.