Uno de los elementos característicos del Grand Siècle francés es la vida de salón, las preciosas ridículas de Molière, la conversación refinada y ociosa. Madame de Sévigné (1626-1696) fue una estrella fulgurante en la vida de sociedad. Aguda, observadora, amable, culta e ingeniosa. Muy frecuentada por el grand monde.
En realidad se quedó viuda a los 25 y se apartó un poco de la corte. A lo largo de los últimos 25 años de vida escribió a su hija unas 800 cartas que siempre se han considerado un monumento literario en Francia. Laura Freixas preparó una selección en castellano para El Aleph en 2007. El buen estilo es evidente, e interesa conocer detalles de primera mano de la corte de Luis XIV, del movimiento de la Fronda, de La Rochefoucauld, de Madame de La Fayette o de Boileau, pero la mayor parte de los textos se va en el enfermizo cariño y el apegamiento extremo de una madre por su hija: dolor por la ausencia, celos, protestas, reconciliaciones, recomendaciones. Lo encuentro todo muy exagerado y de poco interés.
Es un libro bien editado, bien traducido y anotado, en el que no he encontrado grandes cosas que recomienden su lectura más allá de la mera curiosidad. En esto, Napoleón y yo pensamos lo mismo, vean lo que escribió en su Memorial de Santa Elena:
Madame de Sévigné será siempre el verdadero estilo, tantos son sus encantos, tanta es su gracia; pero después de haber leído mucho no queda nada. Son claras batidas a punto de nieve, de las que puede uno hartarse sin cargar el estómago.
realmente la escritora francesa tuvo una gran correspondencia con su hija, pero no se donde descargar esas impudicas cartas.
algui puede colgar una página, donde puede leer a la encoñada y enculada
¿qué van a decir los franceses de Mme de Sevigné? pues que es estupenda, y lo es si la situamos en la época, momento etc…así que uno se plantea ¿perdurarán los best-sellers más allá de su época?