Poema del mío Cid

Investigo una versión del Cid en castellano moderno y me encuentro una en romance de Pedro Salinas. La historia me parece más floja de lo que recordaba: injusto destierro, batallas ganadas a los moros repetidas veces, afrenta a sus hijas, recuperación del favor del rey. La versión no sé si es una ayuda o no, pues el texto pierde solemnidad y prestancia, resulta a veces cursi y forzado, y las asonancias castigan los oídos. Dejando de lado la importancia histórica de la pieza en nuestra literatura, me ha decepcionado un poco esta vez. BIEN.

Tres lecturas francesas: Príncipe de Ligne, Montesquieu y Maistre

Dos libros de breves pensamientos que me han gustado mucho. Al Príncipe de Ligne lo busqué por recomendación de Leys. Esta antología de Pre-Textos contiene aforismos, breves retratos y trozos de cartas. Es un pensador ameno y sensato, buen conocedor del mundo, diplomático y militar.  NOTABLE.

Los Pensamientos diversos de Montesquieu son aún de más calidad: por el estilo, por la finura y por la profundidad. Por ahora, de lo mejor que he leído este año. Les digo algo más otro día, de este y del anterior. NOTABLE.

El célebre libro de Maistre (Viaje alrededor de mi cuarto), escrito aprovechando una temporada en reclusión, no está, creo, a la altura de su fama, más allá de la original concepción. Entre la introspección interior y el análisis de la vida, para no conducir realmente a gran cosa. Al menos es breve. BIEN.

Lazarillo de Tormes

Mi crisis de lectura de ficciones me lleva de vez en cuando a los valores seguros. Acabo de empezar una relectura de La Celestina y he terminado la del Lazarillo. Es un libro sensacional en todo, el estilo, el ritmo, la invención. Es también triste y duro en su anticlericalismo, su brutal realismo, su inolvidable descripción de la lucha contra el hambre. Los tres primeros capítulos son extraordinarios. Luego, ya no se añade mucho más o son piezas incompletas. El capítulo final es amargo. Un libro breve que todos leímos/estudiamos de niños pero que saborearemos mucho más como adultos, por gusto.