Bajo el hielo, opera prima del francés Bernard Minier, es un libro desproporcionado. Juzguen si no:
1. Aparece brutalmente mutilado el purasangre del dueño de una importante multinacional;
2. Hay un grupo de cuatro abusones locales del que muchos quieren vengarse y empiezan a ser eliminados;
3. En el pasado hubo una serie de suicidios de jóvenes que nunca llegaron a esclarecerse;
4. En la zona hay un psiquátrico para criminales muy peligrosos. Una psicóloga suiza empieza a trabajar ahí;
5. Se encarga del asunto un policía de Toulouse.
Y se cuenta la historia de cada asunto y persona. Demasiados ingredientes. Porque además está el psicópata archipeligroso del que todos sospechan, los compañeros del poli de Toulouse, su hija adolescente problemática, la policía local lesbiana que le ayuda, etc, etc.
La redacción está cuidada, hay atención (minuciosísima) a los personajes y se transmite bien el ambiente opresivo y siniestro del valle pirenaico, pero la historia es excesiva, y poco original.
Ha salido un segundo libro, El círculo.