Voces de Porchia

PORCHIA_VocesAl releer las sentencias de Porchia que iba marcando en la lectura me han gustado más que cuando las señalé.

Me resultaba algo impostada y ajena su apuesta por la vida sencilla y solo un poco más aceptable su declarada defensa de la pobreza. Me molestaba el tono frecuente de escepticismo y se me hacían pesados los frecuentes trabalenguas que no tenía paciencia para releer.

Ahora veo mejor que hay cosas aprovechables, pasando por alto el tono de predicador laico y Diógenes sentencioso. Muchas veces hay sentido común y sabiduría, hallazgos verbales y sencillas y bellas paradojas:

• Si no levantas los ojos, creerás que eres el punto mas alto.
• Las alturas guían, pero en las alturas.
• A veces, de noche, enciendo una luz para no ver.
• Cuanto menos uno cree ser, más soporta. Y si cree ser nada, soporta todo.
• Cuando no se quiere lo imposible, no se quiere.
• Pueden en mí, más que todos los infinitos, mis tres o cuatro costumbres inocentes.
• El misterio te hizo grande: te hizo misterio.
• Quien ama sabiendo por qué ama, no ama.
• Quiero tu bondad, pero no sin una sonrisa en tus labios.
• Un corazón grande se llena con muy poco.

Aforismos de Gibran

GIBRAN_AforismosGibran Kahlil Gibran (1883-1931) es un poeta, filósofo y pintor libanés. De familia católica maronita, vivió muchos años fuera de su tierra y absorbió varias tradiciones. Su misticismo engloba elementos del cristianismo, del islam, del sufismo, del hinduismo y de la teosofía. Su libro más famoso es El profeta (1923).

Sus temas: mujer, verdad, poesía, belleza, no poner lo material como fin. Su estilo es emotivo y poético.

Esta selección contiene completo su libro Arena y espuma (1926), al que se añade una selección de sus Dichos espirituales. Lo he leído muy por encima porque no me ha interesado mucho. Y, además, porque no podía sacarlo de la biblioteca y tuve que sentarme allí mismo un rato.

A menudo cantamos nanas a los hijos para poder dormir nosotros.

Vivimos solo para descubrir la belleza. Todo lo demás es una forma de espera.

¿Cómo vas a cantar si tienes la boca llena de comida? ¿Cómo podrás alzar la mano para bendecir si la tienes llena de oro?

La amistad es una dulce responsabilidad, nunca una oportunidad.

Eres verdaderamente caritativo cuando das, y al dar, vuelves la cara para no ver la vergüenza del que recibe.

El deseo es la mitad de la vida. La indiferencia la mitad de la muerte.

El arte es un paso desde la naturaleza hacia el infinito.

¿Amó menos la madre de Judas a su hijo de lo que María amó a Jesús?

Flaubert. Diccionario de lugares comunes

FLAUBERT_DiccionarioEl primer contacto con este libro puede resultar desconcertante: ¿critica? (aunque es más burlón que irónico), ¿recomienda? ¿constata? ¿denuncia?

El hecho es que Flaubert se pasó treinta años recogiendo ideas para atacar los tópicos de la burguesía francesa del XIX. Pretendía exponer los límites y fracasos de la democratización del saber, luchaba contra la pereza mental generalizada. Como ya ocurre en muchas de sus novelas, ataca los convencionalismos. Quería subtitularlo Enciclopedia de la estupidez humana.

El 17 de diciembre de 1852, en carta a su amiga Louise Colet, dijo: «He vuelto a rumiar una vieja idea, la de mi Dictionnaire des idées reçues… El prefacio, sobre todo, me excita, y de la forma en que lo concibo (será un libro completo), ninguna ley podrá alcanzarme, aunque habré de atacarlo todo. Será la glorificación histórica de todo lo que se aprueba (…). En él se encontrará, entonces, por orden alfabético, sobre todos los «temas posibles, todo lo que es necesario decir en sociedad para convertirse en una persona decente y amable». Finalmente el manuscrito encontró acomodo en las páginas de Bouvard y Pécuchet, el libro que dejó inacabado por muerte repentina. Se publicó por primera vez en 1911 como apéndice de esta novela.

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