En 1968 el escritor Romain Gary está en Los Ángeles acompañando a su mujer, Jean Seberg, en el rodaje de una película. Encuentran un pastor alemán y descubren con horror que está entrenado para atacar exclusivamente a personas de raza negra. Él y la actriz -comprometida activista en la defensa de los derechos civiles- se proponen la reeducación del animal y lo llevan a un establecimiento especializado.
El libro, de 1970 (y ya editado antes en España en 1972), es la crónica de unos meses en los que el matrimonio convive con situaciones cercanas en las que se hace presente con viveza la cuestión del racismo. Ocurre en en ese tiempo el asesinato de Martin Luther King y está viva la guerra de Vietnam. Hay algunos análisis de más entidad, como la valoración de los matrimonios mixtos o el estupor ante la esclavitud de los prejuicios, y otros más tópicos y superficiales como los comentarios sobre la mayor tendencia a la criminalidad y potencia sexual atribuidas a las personas de color. El cuadro se completa con referencias a Europa y al antisemitismo.
Llama la atención la personalidad del escritor y diplomático francés (en realidad Roman Kacew, judío lituano, en ese momento con 54 años y en su segundo matrimonio), amigo de Malraux y Camus y ganador dos veces del Goncourt: suficiente, divertido, con cierto cinismo, algo de vuelta de todo y en general cansado de los hombres. Son interesantes los comentarios que va dejando caer sobre el arte y la escritura, la importancia de las cosas y los mismos temas de los que trata el libro. La escritura tiene calidad y el texto se lee con agrado. BIEN.