Delibes. Pegar la hebra

DELIBES_HebraEn contra de lo que pueda parecer, tengo una biblioteca (de papel) reducidísima. Son circunstancias. Entre ese puñado de libros están los tomos de Obras Completas de Delibes, siete, que sacó hace unos años el Círculo de Lectores. Estupenda edición. Mi propósito es releer sus 20 novelas, o la gran mayoría de ellas al menos. Los libros de caza me superan un poco. Este verano he empezado con el tomo memorialístico y con sus libros periodísticos. No tienen desperdicio.

Pegar la hebra (1990), el tercero de sus cuatro principales recopilaciones de artículos, reúne una treintena de piezas sobre sus temas de siempre: naturaleza y caza, periodismo, libros, amigos, cine, la vida misma, fútbol, recuerdos. Las personas que nos rodean, nuestros intereses y el valor que damos a cada cosa, son algo que nos retrata. En estos textos vemos otra vez al escritor de magnífica pluma y vigorosa argumentación, pero sobre todo a la persona. He disfrutado mucho con esta lectura, casi tanto como, en otro tiempo, con la de la mayoría de sus novelas.

Advierto que los responsables de esta edición han optado por ordenar los artículos por temas, no por recopilaciones publicadas. A mi me ha parecido más entretenido y variado leerlos como los agrupó el autor. Solo así por ejemplo, en mi caso, podría hacer pasar los de asuntos que me interesan muy poco (caza, naturaleza, fútbol).

Cartarescu. Las Bellas Extranjeras

CARTARESCUEsperaba más de este libro de Cartarescu. Son tres artículos-reportajes en tono coloquial y algo machacón en los que el escritor relata sucesos que le han ocurrido. Exagera y estira la anécdota hasta el infinito, sobre todo en el relato central, el más pesado.

Ántrax es una paranoia kafkiana en torno a un sobre que recibe por correo el autor, que le sirve para dar un áspero (y a ratos divertido) repaso a las autoridades de su país, a los políticos, a los escritores y al arte moderno.

El viaje del hambre cuenta una lectura de poemas en un sitio perdido. Rumanía queda retratada muy en blanco y negro, resultando sobre todo un país pobre, sucio y deprimente.

Las Bellas Extranjeras relata un viaje de quince días por Francia de un grupo de escritores rumanos. No añade mucho más a todo lo anterior y encima es muy largo.

Cartarescu es ocurrente, original, divertido y gamberrete. Y tiende a enrollarse. Me gustaron más los relatos que les comenté.

Coixet. La vida es un guión

COIXET_Vida_guiónHasta donde conozco (que no es mucho), para mi está el cine español, de un lado, y, de otro, Isabel Coixet. Sólo he visto dos de sus pelis (y su contribución a Paris, je t’aime) pero lleva años firme e intocable en mi élite particular. Así que en cuanto he visto este librito no me he podido resistir.

Es un ramillete de textos y entrevistas, a duras penas un libro en realidad, donde la realizadora se nos muestra tal como es. Los temas son el cine, la vida cotidiana, la violencia contra mujeres. Una Coixet un poquito gruñona, muy de izquierdas, nada solemne, divertida (se ríe de todo y de sí misma primero), con ideas. Recuerdos de infancia, obsesiones, miedos. Con cosas muy pedestres (“La culpa de todo la tienen los curas”, “Los pobres, pase lo que pase, pringan más que nadie” o la comparación Semana santa-Ku Klux Klan) alternadas con verdades como puños (“Se puede escribir un guión sobre cualquier cosa, pero un guión no puede ser cualquier cosa”, “(…) si bien el arte contemporáneo no ha muerto, sí que está muy cansado, el pobre”).

Me gustaron mucho Mi vida sin mi y La vida secreta de las palabras, un cine muy de mujeres, de gente de a pie, intimista, intenso. Igualmente inolvidable (sobre todo estéticamente) Deseando amar, de su adorado Wong Kar-Wai, muy citado en estas páginas. Es una mujer con talento y con una idea clara sobre qué se puede conseguir con una película. Al mismo tiempo, una persona que sigue aspirando a cambiar algunas cosas. Inspiradora.