Editar a Kafka


Kurt Wolff (1887-1963) fue un editor alemán de referencia en la primera mitad del siglo pasado. Se encargó de la obra de Heinrich Mann, Robert Walser, Franz Werfel y Georg Trakl, entre otros.

No escribió propiamente unas memorias, pero sí algunos textos en los que reflexionaba sobre su oficio. Autores, libros, aventuras (2004) es una miscelanea que incluye el contenido de tres conferencias radiofónicas, las impresiones de Wolff sobre tres de sus autores (Carl Sternheim, Franz Kafka y Karl Kraus), una selección de anotaciones en sus diarios cartas, notas y conferencias y, por último, su correspondencia con Kafka.

“Uno edita o bien los libros que considera que la gente debería leer, o bien los libros que piensa que la gente quiere leer. Los de la segunda categoría no cuentan”.

Esta frase resume el tipo de relación de Wolff con su tabajo. El libro es estupendo, aunque algunos de los autores de los que se habla son poco conocidos en el ámbito del castellano (al menos en España).

Hablemos de langostas

David Foster-Wallace es el contemporáneo del que más he pensado que se trataba de un genio. Me encantó, creo que ya lo he comentado, su conjunto de relatos periodísticos Algo supuestamente divertido que no volveremos a hacer, menos sus libros de relatos y no he leído su macronovela La burla infinita. Lástima que se suicidó joven, hace pocos años.

Me parece un tipo muy inteligente, divertido, excelente escritor y de originalísimo punto de vista. Hablemos de langostas es otra recopilación de reportajes hechos para revistas. Reportajes largos, escritos por completo a su aire, inclasificables y muy diferentes unos de otros en extensión y tratamiento.

El primero se lo pueden saltar, salvo especial interés en la industria del porno americana que celebra una convención. El del diccionario de inglés modernos es excesivamente técnico para mi gusto aunque vale la pena. El de la campaña de McCain un poco largo pero muy revelador del modo de ser americano y en particular del de sus políticos. Todos es general están muy bien: Dostoievski, Updike, programas radiofónicos, el 12.S, la feria de langostas. La idea es que se planta en un sitio y cuanta lo que ve, con desparpajo, sentido común, humor, profundidad y una fina inteligencia.

Si sólo van a leer algo de él, elijan el primero del que hablo. Si siguen, éste en segundo lugar.

Al cine con Marías

Se recogen artículos de Javier Marías ya publicados en prensa en los que, directa o indirectamente, se habla de cine.Sus filias y fobias, extremas en ambos casos pues es un hombre apasionado. Me parece coherente en un escritor que sus directores favoritos sean los directores-guionistas, los directores totales del cine de autor (Wilder, Mankiewicz, Welles,..). Lo que le gusta le gusta mucho y con lo que no le pasa lo mismo. El mismo se da cuenta de su visceralidad y a veces no intenta justificarse, aunque suele dar razones de sus opiniones y suelen ser bastante convincentes. No comparto su adoración por John Ford y John Wayne, y me hacen gracia sus despotriques sobre los Oscar, el cine español, los Querejeta y su «adaptación» de Todas las almas, sus indignaciones contra los maltratos a la lengua o la estupidez generalizada de la televisión en nuestro país.

Me gusta mucho el cine y bastante el modo de escribir de Marías, así que necesariamente he disfrutado con este libro.

Les copiaré otro día su lista de películas favoritas.