Muere Kross

Ha muerto Jaan Kross en Tallin con 87 años. Estaba considerado desde hace años como uno de los aspirantes al Premio Nobel de Literatura. Estuvo encarcelado durante varios años en Siberia durante el dominio soviético de los países bálticos.

Entre sus obras destacan El loco del Zar y La partida del profesor Martens. Esas dos novelas están publicadas en España en Anagrama. Léanlas. Las dos. Incluso cómprenlas. Son espléndidas: intensas, vibrantes, serias, iluminadoras. Las leí hace años y no he dejado de recomendarlas desde entonces a cualquiera mínimamente lector que me pregunta. Si ustedes están leyendo este blog, seguro que lo son: no se pierdan a Kross.

Zagajewski

Acabo de terminar En la belleza ajena (2000) de Adam Zagajewski (Polonia, 1945).

Responde a mi perfil favorito de libro en estos últimos años: diario-memorias de escritor que habla de sus libros, sus lecturas, sus amigos, sus gustos, sus viajes, etc. Este tiene el inconveniente para mi de que no he leído nada de lo que ha escrito y de que sus intereses no son exactamente los míos. Le encanta la poesía, los existencialistas (sobre todo para discutirlos) y la filosofía. Paseos, París, Cracovia, Cioran, Gombrowicz, Bergson, disidencia política, profesores, amigos, familiares, algunos aforismos…una amalgama de cosas muy agradable de leer pero que temo que no generará para mi nuevas lecturas.

De todos modos, lo le leído con gusto, he tomado algunas notas y he agradecido su estilo claro y su cultura.

La pulga de Leskov

El otro día envié a Aceprensa una reseña encargada sobre La pulga de acero, de Leskov. El libro me pareció una chorrada, y así lo dije (con otras palabras). Su única virtualidad es que es corto y no te hace perder demasiado el tiempo. Ser contemporáneo de los grandes rusos (Pushkin, Gógol, Turguéniev, Dostoievski, Tolstói y Chéjov) no implica necesariamente estar a su altura.

Me hacen gracia las tiras publicitarias en las que se nos anuncia que «por fin» se rescatan «perlas olvidadas». Si estaban tan olvidadas por algo sería. Bueno, no me quiero cebar porque comprendo que las editoriales pequeñas que nacen no lo tienen fácil. Como prueba de buena fe, les señalo la reseña elogiosa sobre Leskov que aparece en ABCD.